Un perro cocker spaniel estuvo a punto de morir, luego que ingiriera cápsulas de heroína que halló en el suelo, mientras paseaba con su dueño en un parque de Australia.
Según contó, Denis Parslow, dueño del can, él salió a caminar con su mascota de nombre ‘Shelby’ y vio como este luchaba por abrir una bolsa.
Pero cuando intentó revisar el contenido de dicha bolsa, fue muy tarde, pues el cachorro ya la había ingerido. Pensando que no sería nada grave, Denis Parslow no le tomó mucha importancia al hecho y volvió a casa.
Sin embargo, lo peor vino al día siguiente, pues el can comenzó a sentirse mal y “se volvió menos activo de los usual”.
“Al día siguiente no estaba comiendo ni bebiendo. Estaba inmóvil todo el tiempo”, relató Parslow a los medios.
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Fue por eso, que decidió recurrir a donde un profesional. Al llevarlo al veterinario, le suministraron antibióticos en caso de que fuera una infección gastrointestinal, pues no sabían los motivos de su enfermedad, pero la salud del perro no mejoró.
A los pocos días, fue necesario un examen de rayos X y se determinó que al perro debían practicarle una cirugía para extraer un extraño bulto.
En el proceso, el veterinario no solo descubrió las bolsas de heroína, sino que notó que las drogas habían empezado a filtrarse en el sistema de ‘Shelby’.
Las drogas estuvieron 5 días en el cuerpo del cachorro, pero las bolsas no se rompieron, por lo que el perro logró sobrevivir.
‘Shelby’ se recuperó completamente, luego de recibir el mismo medicamento que se le da a los humanos cuando tienen una sobredosis de heroína.
Tras conocerse el caso, la Policía de Australia incautó lo que quedó de las bolsas de heroína e hizo un llamado a los ciudadanos para reportar si encuentran más de esta sustancias ilegales.