Dos ciudadanos sudafricanos que transportaban 167 cuernos de rinoceronte para su tráfico ilegal, fueron detenidos por la policía en la que supone una de las mayores incautaciones de este tipo en la historia del país, informaron este lunes a Efe fuentes de ese cuerpo.
Los cuernos tenían como destino los mercados del sureste asiático, según las primeras investigaciones.
Allí, este material alcanza valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo y cada cuerno puede llegar a pesar hasta 3 kilogramos.
Los dos detenidos, cuyas identidades no se han difundido, son de nacionalidad sudafricana y tienen 57 y 61 años, confirmó a Efe el portavoz policial Hangwani Mulaudzi.
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“Es una de las mayores incautaciones registradas por la Policía sudafricana tomando en consideración el número de cuernos confiscados. El valor (de la mercancía) está todavía por determinar“, detalló Mulaudzi.
La detención tuvo lugar el pasado sábado cerca de la presa de Hartebeespoort (unos 50 kilómetros al oeste de Pretoria) y los acusados están llamados a comparecer por primera vez ante el juez este lunes.
La operación se pudo ejecutar gracias a que la Policía recibió una pista sobre un vehículo que presuntamente transportaba una considerable cantidad de cuernos de rinoceronte.
Sudáfrica alberga la mayor colonia mundial de estos animales amenazados y sus reservas se usan para repoblar otros paisajes africanos donde estos mamíferos prácticamente han desaparecido.
En total, la nación austral posee unos 20.000 ejemplares si se combinan las cifras de los rinocerontes blancos y negros (ambos en riesgo de extinción).
Pese a ello, la caza furtiva es un grave problema que ha venido en incremento en la última década.
Las alarmas en esta materia empezaron a sonar en 2008 -en 2007 solo habían muerto 13- y las peores cifras se registraron en 2014, con 1.215 rinocerontes cazados.
En los años posteriores apenas se lograron reducciones pero en 2018 cambió la tendencia y Sudáfrica pudo dar la buena noticia de que, por primera vez en una década, bajó del millar de muertes, con “solo” 769 rinocerontes cazados (un 25 % menos que en 2017).
La zona más afectada por la actuación de las mafias de furtivos es el Parque Kruger (noreste), una de las reservas naturales más grandes de África y hogar de la mayor parte de la población nacional de rinocerontes, donde ocurrían casi la mitad de las muertes anuales.
En general, para las reservas naturales de todo el país, el aumento de la caza furtiva ha supuesto incrementos de hasta el 50 % en costes de seguridad que no todas pueden afrontar, lo que supone un riesgo adicional para la supervivencia de la especie.