BEIRA, Mozambique (AP) — Las autoridades de Mozambique confirmaron el miércoles los primeros casos de cólera en Beira, una ciudad devastada por el ciclón Idai, elevando el riesgo en una lucha ya de por sí desesperada para ayudar a los cientos de miles de personas que se refugian en condiciones cada vez más precarias.
Cinco casos de cólera se registraron en Munhava, uno de los vecindarios más pobres de la ciudad portuaria, dijo el director nacional de asistencia médica, Ussene Isse, a reporteros. Beira, que tiene unos 500.000 habitantes, sigue intentando proporcionar agua potable y saneamiento tras el paso de Idai el pasado 14 de marzo.
El cólera es la principal preocupación entre los sobrevivientes, que ahora viven en atestados campamentos, escuelas, iglesias o en tierras todavía expuestas a las persistentes inundaciones. La enfermedad se contagia por el consumo de agua o comida contaminada y puede acabar con la vida del paciente en cuestión de horas.
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La Organización Mundial de la Salud advirtió de un “segundo desastre” si enfermedades transmitidas por el agua como el cólera se extienden por la devastada región.
El presidente del país, Filipe Nyusi, se dirigirá a la nación más tarde en el día para explicar la respuesta de su gobierno al paso del meteoro, que dejó más de 460 muertos y a 1,8 millones de personas con necesidad de ayuda urgente.
A principios de la semana pasada, tras sobrevolar las vastas llanuras inundadas del centro del país, Nyusi dijo que estimaba que el número de víctimas podría alcanzar las 1.000 personas. La cifra podría ser mayor, según algunos servicios de emergencias, que añadieron que se encontrarán más cuerpos a medida que remitan las crecidas. Es posible que nunca llegue a conocerse la cantidad real de fallecidos, agregaron.
Los trabajadores sanitarios estaban abriendo clínicas por toda Beira, donde se centralizaron las operaciones de ayuda para la región.
En la ciudad, algunas personas habrían tomado agua estancada a los lados de la carretera, lo que aumenta la posibilidad de parecer diarrea, explicó la ONG Médicos Sin Fronteras el miércoles. Otros consumieron agua de pozos contaminados.
El grupo de ayuda dijo que vio cientos de casos de diarrea acuosa aguda en los últimos días.
“La extrema escala de los daños podría llevar a un drástico incremento de las enfermedades transmitidas por el agua, infecciones cutáneas o de las vías respiratorias y malaria en los próximos días y meses”, señaló Gert Verdonck, coordinador de emergencias de la ONG en Beira.
Los operarios seguían trabajando a marchas forzadas para restaurar el servicio de agua potable en la ciudad. La agencia de Naciones Unidas para la infancia, Unicef, dijo que en partes de Beira volvía a haber agua “en el 60% de las tuberías”. El gobierno también movilizó camiones cisterna con agua.
Por el momento, el número de fallecidos asciende a al menos 468 personas en Mozambique, con 259 más en Zimbabue y otros 56 en Malawi.