Conoce la historia del padre que se hizo amigo del asesino de su hija

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Tras el asesinato de su hija, los padres de la ahora occisa, provenientes de los Países Bajos, acogieron al criminal como parte de la familia. Además de ello, hablan con Alasam Samarie todos los domingos.

Eddy Hekman contó esta rara historia a la BBC Mundo y resaltó que luego del asesinato, un impactante feminicidio, los padres resaltaron que no sintieron ningún rencor contra el homicida.

Fue en el año 2000 cuando su Renske cuando su hija comenzó a estudiar Biología Marina y luego, ese año, trabajó en un santuario de foca en Holanda: “le gustaba cuidar a otros”, comentó su padre.

En el año 2008 la joven decidió irse a vivir a Suiza, donde trabajaría como instructora de esquí, y sus padres fueron a despedirla.

Fue en ese país que Renske conoció a Samarie, el hombre que luego la asesinaría.

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"Se subió al vagón y allí estaba Samarie. Enseguida empezaron a charlar animadamente y nos saludaron cuando el tren empezó a partir", recuerda.

Así comenzó la relación entre su hija y este joven. Los padres resaltaron que ambos los visitaban cada fin semana.

Desde ese momento Hekman lo comenzó a llamar “hijo”: “A Renske también y a Samarie le encantaba, así que era una actividad realmente familiar. Éramos como una gran familia".

Samarie era de Benín, un país en la África Occidental y llegó a los Países Bajos en el año 2002, luego de vivir en varios centros de asilo, el hombre logró instalarse de manera legal.

Hekman resaltó que Samarie nunca mostró signos de agresión, ni siquiera cuando iban a jugar fútbol.

Mientras tanto, la joven siguió viviendo cerca del santuario de las focas donde trabajaba y el hombre la seguía visitando.

Fue en el año 2011 cuando la madre de Renske se quedó viendo las noticias todas las noches y fue por donde se enteró que a su hija la habían asesinado.

Los padres no tardaron en darse cuenta que en el episodio estaban involucrados su hija y su pareja.

"Había noticias en internet de que una joven había sido asesinada por un hombre con rastas", recuerda Hekman.

"Baflo es muy pequeña y había un solo hombre con rastas, así que sabía que tenía que ser Samarie y que la joven sería Renske", afirma.

Fue cuando Eddy Hekman llamó a la policía a las cinco de la mañana, sin embargo, no le pudieron dar respuesta del asesinato de su única hija.

Fue a las 11 de la noche que dos policías llamaron a su puerta y escucharon la peor del mundo.

"Me dijeron que Renske y Samarie habían discutido y que él la golpeó en la cabeza con una pistola", dijo Henken.

El joven salió de la casa y comenzó a caminar por las vías del tren. Un policía lo persiguió y trató de preguntarle qué le ocurría, sin embargo, en un descuido, este le arrebató el arma, llegó a su casa y mató a Renske con cinco disparos.

Fue en este momento cuando Hekman aseguró que no sentía enojo contra el joven.

"No podía imaginar al hombre que yo había conocido haciendo eso", declaró el padre.

Fue en septiembre de ese mismo año que ocurrió el encuentro como Samarie: "Fue muy emotivo. Nuestra terapeuta estaba allí, al igual que su abogado. Estábamos todos sentados en una habitación pequeña. Y luego él entró", cuenta.

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"Simplemente lloramos", recuerda.

En principio, Samarie fue condenado a 28 años de prisión. El caso fue ampliamente seguido por los medios locales. Sin embargo, en una segunda instancia, la pena fue reducida a cinco años y medio, plazo que ya cumplió. Ahora, está recluido en un instituto psiquiátrico, donde es visitado a menudo por los padres de su ex novia.

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"Al principio hablábamos, por supuesto, sobre lo que ocurrió esa noche, pero eso se fue esfumando. Por momentos vuelve y rememoramos el pasado y el tiempo que pasaron juntos. A veces las emociones regresan, pero se están diluyendo con el paso del tiempo", relató el padre.

Aunque entienden que la situación es anómala, consideran que su hija aprobaría este vínculo y siguen considerando a Samarie como parte de su familia. "En algún punto tienes que tomar una decisión: ser crítico o tomar el camino que tomamos nosotros. Ciertamente no es el camino que tomarían la mayoría de las personas, pero es el camino que elegimos y creemos que es lo mejor para nosotros".

Incluso, Hekman y Samarie son coautores de un libro sobre las circunstancias del asesinato, titulado "Un compartimento más", en referencia a la sugerencia que le hizo el padre a su hija en el viaje de tren y permitió que conozca a su futuro novio y homicida.

"Las circunstancias de la muerte de mi hija son tan extraordinarias que necesitaba encontrar una forma de ponerlas en palabras", explicó en una columna publicada en The Guardian. Además, pensó que Samarie necesitaría "algo positivo para hacer" durante su encierro.

"Lo que pasó nunca puede ser borrado, ni para él ni para nosotros. Puedo entender que la gente piense que es increíble que siquiera podamos mirarlo a los ojos, pero es nuestra forma de afrontar el tema".