Fueron cinco meses de lucha pero cada segundo valió la pena. Un hospital de Tokio dio el alta médica a un bebé nacido en agosto pasado a las 22 semanas y con un peso de tan solo 268 gramos.
Gracias a los cuidados de los médicos, enfermeros y de sus padres, el pequeño logró aumentar exponencialmente su peso y salió de neonatología con 3,238 kilos, lo que lo convierte en el nene más pequeño del mundo que sobrevive a un parto prematuro.
La madre del bebé, que no quiso hacer público su nombre, expresó su "felicidad por verlo tan grande" después "de no saber si podría sobrevivir", según un comunicado difundido por medios japoneses.
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El bebé nació por una cesárea de urgencia en el hospital de la Universidad de Keio y fue tratado en cuidados intensivos en una incubadora, explicó el médico a cargo, Takeshi Arimitsu.
Según la Universidad de Keio, se trata del niño más pequeño en sobrevivir a un parto prematuro, un récord que hasta ahora ostentaba un bebé nacido en Alemania en 2009 con 274 gramos de peso.
También en Alemania nació en 2015 la niña más pequeña de la que hasta ahora se tiene constancia, con solo 252 gramos.
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En Japón, el país del mundo con menor mortalidad de recién nacidos, según datos de UNICEF, la tasa de supervivencia de neonatos con menos de un kilo de peso es del 90 por ciento, aunque esta proporción se reduce a menos del 50 % para los bebés de menos de 300 gramos, destaco ABC.
Arimitsu destacó que aunque se trataba de un caso "de mucho riesgo", el éxito demuestra "que hay posibilidades de que el bebé salga del hospital pese a nacer muy pequeño".