La justicia de Yemen ejecutó esta semana con un fusilamiento a Wadah Refat y Mohamed Khaled, de 28 y 31 años, por secuestrar, violar y asesinar a un niño de 12 años.
La ejecución se realizó en una plaza pública de Adén, ante la mirada de decenas de personas que se reunieron para ver la muerte de los violadores, destaco el medio Infobae.
En mayo pasado, el menor Mohamed Saad estaba jugando en la zona donde vivía uno de los asesinos, cuando fue interceptado por la pareja de pedófilos. El niño fue arrastrado a una casa, donde fue violado y asesinado con un cuchillo, para silenciar sus gritos en los que pedía auxilio.
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Una pariente de 33 años de edad de uno de los cómplices también fue condenada a muerte por ayudar a desmembrar el cuerpo del niño, pero su ejecución pública se pospuso porque está embarazada, según The Mirror, hasta que deje de amamantar a su hijo.
Después de ser llevados a punta de pistola al lugar de ejecución, un médico les ofreció un poco de agua antes de que se les ordenara que se tumbaran boca abajo sobre una manta.
Dos hombres se colocaron sobre ellos, apuntaron sus AK-47 en sus espaldas y abrieron fuego cuando una gran multitud gritaba al fondo.
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Yemen, uno de los países con tasas de ejecución per cápita más altas del mundo, aplica la ley islámica de la sharia, que castiga varios crímenes con la pena de muerte.
La ejecución por disparos es la más común, por encima de otras como la decapitación o lapidación.