El jefe de la policía nacional de Filipinas informó este domingo de la explosión de dos bombas en una catedral en el sur del país, que dejaron un saldo de 27 muertos y 77 heridos. Horas después el atentado fue asumido por el grupo terrorista Abu Sayyaf, afiliado al Daesh.
A través de un comunicado los extremistas explicaron que dos de sus integrantes encabezaron el ataque suicida con cinturones de explosivos dentro de la iglesia y en su estacionamiento.
Los oficiales de seguridad ratificaron que la primera bomba estalló en la catedral de Jolo o cerca de ella durante una misa dominical, seguida de una segunda explosión fuera del recinto mientras las fuerzas del gobierno respondían al ataque.
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La isla de Jolo ha estado asediada durante mucho tiempo por la presencia de militantes de Abu Sayyaf, que ha realizado atentados con explosivos, secuestros y decapitaciones, destaco el medio teleSur.
Asimismo, la filial del EI en el Este de Asia aseguró que entre las víctimas hay siete miembros de las fuerzas de seguridad.
Anteriormente, las autoridades locales informaron de la muerte de 19 personas y 48 heridos, la mayoría civiles que acudieron a la misa de la mañana, además de varios militares encargados de tareas de seguridad.
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El suceso tiene lugar días después del referendo para la creación de una región autónoma musulmana en el sur del país, bautizada Bangsamoro y concebida como solución pacífica a décadas de conflicto separatista provocado por radicales islamistas.
La provincia de Sulu -donde Jolo es la capital- votó en contra de integrarse en Bangsamoro, pero como forma parte de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán (ARMM), con otras cuatro provincias, sus votos computan en bloque y pasarán a pertenecer a esa nueva entidad.
