Al menos cinco personas, incluido un niño, murieron el sábado en el ataque a una comisaría de policía en Herat, en el este de Afganistán, anunciaron las autoridades.
El ataque, perpetrado por dos hombres armados que también murieron, no fue reivindicado por el momento.
Los talibanes suelen perpetrar de manera continuada asaltos contra las fuerzas de seguridad afganas, que sufren numerosas pérdidas.
Los dos asaltantes penetraron hacia las 18H00 local (13H30 GMT) en el interior de una comisaría de policía de la capital provincial donde se hallaban diez agentes, declaró a la AFP el portavoz del gobierno de la provincia, Jelani Farhad.
En ese momento se produjeron enfrentamientos. Las fuerzas especiales de la policía fueron desplegadas como refuerzo para ponerle fin dos horas más tarde, dijo el portavoz del ministerio de Defensa, Najib Danish.
Dos policías y tres civiles murieron en total.
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Este ataque se produce en un contexto de intensificación de los esfuerzos diplomáticos para conseguir establecer conversaciones de paz con el objetivo de acabar con un conflicto que dura desde hace 17 años.
El enviado estadounidense para la paz en Afganistán, Zalmay Khalilzad, efectuó desde el martes una gira en Asia y se reunió con responsables indios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en diciembre su intención de retirar la mitad de los 14.000 soldados desplegados en Afganistán.
Rusia e Irán organizaron estos últimos meses encuentros con los talibanes en su territorio.
Según algunas estimaciones, Afganistán ha sido el escenario de guerra más mortífero en 2018, por delante de Siria.
