Johannesburgo, 26 nov (EFE).- Dos sudafricanos y seis ciudadanos vietnamitas fueron detenidos en el noroeste de Sudáfrica por posesión ilegal de carne y huesos de león y de piel de tigre, informaron este lunes a Efe fuentes policiales.
Los individuos, de entre 22 y 60 años, fueron detenidos este domingo y, además de los productos ilegales de fauna salvaje, se les decomisaron también contenedores, una sierra y otras herramientas destinadas, probablemente, a procesar los huesos y la carne de león.
La operación arrancó con la interceptación de dos vehículos que se dirigían a una granja en desuso en la localidad de Mareetsane, en la provincia Noroeste de Sudáfrica.
Posteriormente, los detenidos llevaron a los agentes a otra explotación agrícola, a unos 30 kilómetros de la localidad de Klerksdorp, donde supuestamente se sacrificaba a los leones.
#sapsHQ Intell driven op by #Hawks’ North West Serious Organised Crime Unit assisted by CIG, Klerksdorp TRT, Potch #FlyingSquad & Dept of Nature Conservation has led to the arrest of 8 suspects aged for the alleged illegal possession of game products. MEhttps://t.co/dKXE1lyNmJ pic.twitter.com/VxOc4b9eqY
— SA Police Service (@SAPoliceService) November 26, 2018
Allí se encontraron pieles de esos felinos salvajes y máquinas para el despiece.
- Te puede interesar: Mueren 145 ballenas piloto encalladas en Nueva Zelanda
Los ocho sospechosos deberán comparecer ante los tribunales de Klerksdorp, acusados de posesión ilegal de productos de fauna salvaje y actividades irregulares con especies amenazadas.
Tanto leones como tigres son especies en riesgo, si bien solo los primeros son naturales del continente africano.
Se estima, por ejemplo, que la población mundial de leones, que en torno a 1800 estaba en 1,2 millones de ejemplares, cayó un 98 % en los últimos dos siglos.
En Sudáfrica, la población de leones crece lentamente gracias a las reservas naturales nacionales y privadas, pero es una excepción mientras en el resto del mundo los números retroceden.
La cría en cautividad de felinos salvajes es una preocupación creciente para los conservacionistas, que denuncian que Sudáfrica está alentando la expansión de un mercado para su carne y huesos.