Nairobi, 18 oct (EFE).- Adolescentes en Senegal sufren explotación y abusos sexuales por profesores y otros miembros del personal docente en escuelas de educación secundaria, denuncia un informe publicado este jueves por Human Rights Watch (HRW).
El documento, de 85 páginas, relata las prácticas abusivas por docentes que ofrecen a las niñas dinero, buenas notas, comida, móviles o ropa a cambio de mantener relaciones sexuales.
"Un día el profesor me pidió ir a su casa y al llegar allí me ofreció dinero. Cuando le dije que no, se volvió desagradable y dijo que no me iba a poner buenas notas", explica Aïssatou, de 16 años, cuyo nombre real no ha sido desvelado para su protección.
El informe se basa en entrevistas realizadas a más de 160 niñas, así como a 60 padres, educadores, psicólogos y activistas en cuatro regiones de Senegal, donde son las propias adolescentes las que denuncian los abusos sufridos por los docentes.
Este es el caso de Fanta, quien ahora tiene 23 años y cuenta cómo mantuvo una relación con su profesor a la edad de 16 años.
Como consecuencia de esa relación, quedó embarazada y se vio obligada a abandonar la escuela para siempre por la discriminación de la administración y el resto de estudiantes.
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"Mis compañeros de clase sabían que iba con él, también mis profesores, pero nadie dijo nada", lamenta Fanta.
Las niñas también denuncian otras formas de acoso por los maestros, quienes utilizan un lenguaje inapropiado en la clase y hacen constantes referencias a su cuerpo y la ropa que llevan.
"Senegal ha reconocido que la violencia sexual es un problema grave en sus escuelas, pero muchos maestros se salen con la suya y aún se toleran los delitos sexuales", lamentó la investigadora de derechos de la infancia de HRW y autora del informe, Elin Martínez.
Frente a esto, el país africano ha tomado medidas para combatir la violencia sexual en las escuelas secundarias con el fin de que más niñas accedan y permanezcan en las mismas.
Algunos centros cuentan ya con políticas de tolerancia cero contra estas prácticas y han creado espacios seguros donde las niñas puedan denunciar libremente los abusos.
"Le digo a mis alumnas que si algún profesor que les pide favores, deben acudir a la comisaría a presentar cargos", indicó la profesora de secundaria Lalia Mané.
Estas medidas no se ven replicadas, sin embargo, en todas las escuelas, ya que no existe una política nacional para combatir el acoso sexual en los centros.
Además, algunas niñas tampoco se atreven a denunciar por temor a ser culpadas, la vergüenza y la falta de sistemas que garanticen su confidencialidad.
"El Gobierno de Senegal quiere ver a las niñas lograr éxitos educativos, pero para ello tiene que terminar con la cultura del silencio en cuanto al abuso y mandar un mensaje inequívoco de que es intolerable", concluyó Martínez.