KUALA LUMPUR, Malasia (AP) — El nuevo gobierno de Malasia dijo que abolirá la pena de muerte para todos los casos de crímenes y detendrá todas las ejecuciones pendientes, una rara decisión en contra de la pena capital en Asia que fue exaltada por organizaciones de derechos humanos el jueves como un gran logro.
Más de 1.200 personas están condenadas a muerte en Malasia, que ahorca a los culpables de homicidio, narcotráfico, traición, secuestro y actos de terrorismo, entre otros delitos.
El ministro de Derecho, Liew Vui Keong, anunció el miércoles que el gabinete había acordado abolir la pena capital y que se esperaba que el Parlamento abordara enmiendas a leyes sobre castigos capitales el lunes cuando reanudara su sesión, dijeron medios locales. Liev no pudo ser hallado de inmediato para comentar sobre el tema.
El ministro de Comunicaciones, Gobind Singh Deo, confirmó el jueves la decisión del gabinete.
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"Esto es parte de nuestra promesa electoral y también está en línea con el distanciamiento de la pena capital que está ocurriendo en el resto del mundo", dijo a The Associated Press.
Amnistía Internacional dijo que la decisión sería un gran avance, pero exhortó al gobierno a "abolir completamente la pena capital para todos los crímenes, sin excepciones". Agregó que la pena de muerte ha sido una mancha terrible al récord de derechos humanos de Malasia, y que el proceso de apelación de los condenados a muerte muchas veces demora años.
"No hay tiempo que perder, la pena de muerte debió haber sido consignado a los libros de historia hace mucho tiempo", dijo el secretario general de la organización de derechos humanos Kumi Naidoo en un comunicado, agregando que 142 países han rechazado la pena capital.