Sídney (Australia), 10 oct (EFE).- El ministro de Salud de Australia, Greg Hunt, pidió disculpas en nombre del país a las afectadas por los efectos derivados de los implantes vaginales y anunció un paquete de medidas para resarcir a las víctimas.
"En nombre del gobierno australiano pido disculpas a todas esas mujeres que históricamente sufrieron agonía y dolor por los implantes de las mallas (pélvicas) que les generaron horribles consecuencias", dijo Hunt en una entrevista emitida hoy por la cadena ABC.
Estos dispositivos se implantan quirúrgicamente en el aparato genital femenino para tratar el prolapso de órganos y la incontinencia urinaria, pero han causado daños a entre 3.000 y 30.000 mujeres, según el Senado.
"Mi mensaje es que sus voces han sido oídas y no solo se han oído, se ha actuado", recalcó el ministro antes de que el Gobierno responda a una investigación realizada por el Senado sobre estos casos.
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Hunt adelantó que el gobierno federal trabajará con los estados y territorios del país para crear un registro nacional voluntario de las mujeres afectadas por este implante antes de finales del próximo año.
También dijo que el gobierno subvencionará la remoción de estos dispositivos y los tratamientos vinculados a estos implantes, además de pedir a los estados y territorios que realicen auditorías.
El ministro añadió que sugerirá a estas jurisdicciones que adopten estándares obligatorios respecto a la colocación de las mallas transvaginales, muchas de las cuales se han retirado del mercado, para que se informe de los efectos secundarios, entre otras medidas.
El año pasado un tribunal federal comenzó un juicio por la demanda colectiva presentada por más de 700 mujeres contra la farmacéutica Johnson and Johnson por los efectos secundarios causados por un implante vaginal.
Según la firma legal Shine Lawyers, podría haber unas 8.000 mujeres afectadas por estos implantes que motivaron una investigación del Senado, que situó el número de afectadas entre 3.000 y 30.000.
Una de las afectadas, Joanne Villani, comentó a la ABC las secuelas de la malla, que le provocó "dolor todo el tiempo" y no solo le impidió tener relaciones sexuales con su esposo, sino que tuvo un impacto más amplio en su relación matrimonial.
"Fue muy difícil cuando él se sentía culpable y yo me sentía culpable. Causó daño", comentó la mujer, madre de dos niños, quien añadió que algunas de sus amigas afectadas le han "hablado de suicidio".