Palu (Indonesia), 6 oct (EFE).- Más de mil presos continúan fugados desde el 28 de octubre en Indonesia después de que el terremoto de 7,5 grados y tsunami que afectó la isla de Célebes derribase los muros de seis prisiones y centros de detención, informaron hoy fuentes oficiales.
En Palu, la capital provincial y la ciudad más afectada por el desastre, están en paradero desconocido 314 reclusos de la prisión preventiva, 419 de la cárcel para hombres, 44 de la de mujeres y 13 de un correccional de menores, según datos del ministerio de Justicia.
Tampoco se han presentado a las autoridades 235 internos en el centro de detención preventiva de la ciudad de Donggala y otros 6 del presidio de Parigi Moutong, municipio que da al golfo de Tomini.
"Hay sanciones estrictas para los presos que exceden la fecha límite de una semana para entregarse. Les urgimos a que vuelvan a las prisiones y centros de detención en los que estaban antes", avisó en un comunicado el secretario del Directorio General de Correcionales, Liberti Sitinjak.
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Más de 300 presos se entregaron a las autoridades en los días posteriores al seísmo, la mayoría de ellos de los centros penitenciarios de la prisión preventiva y la cárcel de Palu, los más pobladas con 465 y 549 reclusos respectivamente.
La crisis humanitaria tras el seísmo fue seguida de saqueos por parte de los residentes en Palu y otras poblaciones, que han menguado tras el despliegue de las fuerzas de seguridad en cajeros, gasolineras y comercios, y la llegada de víveres, agua, gasolina y material para refugiarse.
Las autoridades elevaron ayer el recuento provisional de muertos por el desastre a 1.571, los heridos graves a 2.549, los desaparecidos a 152 y los desplazados a unos 70.000.