Manila, 21 sep (EFE).- Las autoridades de Filipinas elevaron hoy a 29 los muertos a causa de una avalancha de tierra en la localidad de Naga, que sepultó ayer más de 50 viviendas en esa ciudad de la provincia de Cebu, en el centro del país.
Un día después del desastre, los equipos de rescate han recuperado ya 29 cuerpos -entre ellos los de una niña de cuatro años, otra de once y dos adolescentes-, mientras buscan más supervivientes entre unas setenta personas que creen que están atrapadas.
De momento se ha rescatado con vida a nueve personas de entre los escombros, a pesar de que las tareas de rescate se vieran anoche obstaculizadas por la lluvia y el riesgo de otro deslave de tierra, según explicó a la prensa local el portavoz del ayuntamiento de Naga, Gary Cabotaje.
"La operación de búsqueda y rescate es muy delicada. Casi todo se está haciendo con pico y pala porque es peligroso usar equipos pesados, ya que la tierra está muy blanda", indicó Cabotaje.
Unas sesenta viviendas quedaron completamente sepultadas como consecuencia del corrimiento de tierra provocado por las intensas lluvias de la última semana.
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Unas 500 familias han sido evacuadas de la zona después de esa avalancha de tierra, que se siguen produciendo en todo el país después de paso el sábado del tifón Mangkhut que provocó fuertes lluvias, en especial en el norte de Filipinas.
El ministro de Medioambiente de Filipinas, Roy Cimatu, anunció hoy en un comunicado que ha ordenado la suspensión de todas las excavaciones en canteras y minas "durante al menos 15 días" en las zonas mientras se hace una evaluación de la situación y los daños.
El tifón azotó con fuerza la región montañosa de Cordillera, donde se han producido decenas de deslizamientos de tierra a causa de Mangkhut, que causó en esa región 72 de las 88 muertes registradas en todo Filipinas, según el último recuento de la Policía Nacional.
En Cordillera tuvo lugar el suceso más trágico provocado por Mangkhut, en la localidad minera de Itogon, donde el sábado un gran desprendimiento de tierra enterró en lodo una mina de oro abandonada y varios barracones donde se refugiaron decenas de familias durante el tifón.
Por el momento, los servicios de rescate han recuperado 28 cuerpos mientras continúan por sexto día consecutivo las labores de búsqueda de 52 desaparecidos.