Islamabad, 13 jul (EFE).- Al menos 128 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en una atentado suicida ocurrido este viernes durante un mitin electoral en el oeste de Pakistán, a menos de dos semanas de la celebración de comicios generales en el país asiático.
"El número de muertos ha alcanzado los 128 y hay 122 heridos", afirmó a Efe Qaim Lashari, comisionado adjunto del distrito de Mastung, en la provincia de Baluchistán, donde ocurrió el ataque.
La explosión se produjo cuando un suicida hizo explotar las bombas que portaba durante un mitin del político del regional Partido Nacionalista Awami (ANP) Siraj Raisani en un mercado a 35 kilómetros al suroeste de Quetta, la capital provincial, dijo a Efe el portavoz de Policía del distrito de Mastung, Sana Ullah.
"El atacante estaba sentado entre las personas (que asistían el acto) e hizo explotar las bombas que portaba al final del evento", indicó Ullah.
Raisani, candidato a las elecciones del próximo día 25, resultó herido en la explosión y falleció en un hospital, señaló a Efe su hermano Lashkari.
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La fuente recordó que un hijo del político también murió en un atentado terrorista en 2011.
Se trata del segundo atentado del día contra un acto electoral, tras el ataque con bomba contra un exministro que dejó esta mañana cuatro muertos y diecinueve heridos en la ciudad de Bannu, en la provincia nororiental de Khyber Pakhtunkhwa.
Akram Durrani, quien fue titular de Vivienda del último Gobierno central y del partido Jamiat-Ulema-Islam, salió ileso.
El martes pasado, al menos veinte personas murieron y sesenta resultaron heridas en un ataque suicida contra el ANP, también en Khyber Pakhtunkhwa.
En esa acción, reivindicada por los talibanes paquistaníes, murió el conocido político Haroon Bilour.
Pakistán celebrará elecciones generales y provinciales el 25 de julio, en las que están llamados a votar 105 millones de ciudadanos, según datos de la Comisión Electoral.
La violencia se redujo en el país durante 2017 con 1.260 muertos por terrorismo (540 de ellos civiles, 208 miembros de las fuerzas de seguridad y 512 supuestos terroristas), la cifra más baja en una década, según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, que estudia la violencia en la región.
