Berta Kondorura había muerto dos días antes en su casa del distrito Sesean, en la provincia de Célebes Meridional en Indonesia. Su hijo, Samen Kondorura, organizó el funeral el viernes pasado, según los ritos usuales en la región.
Junto a otros familiares, empezó a cargar el féretro, que trasladó el cuerpo desde la casa. Tenían que subirlo a una torre, donde iba a descansar.
Cuando lo subían por una escalera de bambú, ésta se deslizó y todos cayeron al piso. Desgraciadamente, el ataúd aplastó la cabeza de Samen Kondorura.
Llegó con vida al hospital, pero murió al poco tiempo de ingresar.
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Para enero de 2018 ocurrió un caso insólito en Sudáfrica. Una mujer sudafricana de 33 años dio a luz después de la muerte, informó el portal Times Live.
El personal de la funeraria de la localidad de Mbizana relató que 10 días después del fallecimiento de Nomveliso Nomasonto Mdoyi, madre de cinco hijos, encontraron un bebé muerto dentro del ataúd, poco antes de la ceremonia fúnebre.
"Estábamos tan aturdidos y asustados que ni siquiera tuvimos tiempo de comprobar el sexo del bebé. Me dedico a esto desde hace más de 20 años y nunca había oído que una mujer muerta diera a luz", dijo el propietario del salón funerario, Fundile Makalana.
La madre de la fallecida aclaró que su hija estaba en el noveno mes de embarazo cuando murió de manera repentina. Según el periódico local, que habló con varios médicos, el nacimiento podría haber ocurrido como resultado de la contracción y relajación de los músculos después de la muerte. El bebé fue enterrado en el mismo ataúd que su madre.
