Moscú, 5 jun (EFE).- Un habitante de la región rusa de Omsk, en Siberia, destapó por sorpresa un asesinato cometido hace más de dos décadas al toparse en el huerto de su casa con fragmentos del esqueleto del exmarido de su mujer, informaron hoy las autoridades rusas.
Según el Comité de Instrucción regional, el hombre estaba trabajando la tierra para sembrar patatas cuando dio con el insólito hallazgo.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de mayo en el pueblo Luzino de la región de Omsk, precisa el comunicado oficial.
Al principio, el hombre encontró unos huesos, pero continuó cavando para dar finalmente con un cráneo humano, detallan medios locales.
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Escandalizado por el descubrimiento, el hombre se apresuró a contarlo a su mujer que, para su sorpresa, confesó que se trataba de los restos de su exmarido, al que ella mató durante una pelea familiar en 1997.
La mujer, de 60 años, recomendó a su esposo volver a enterrar el esqueleto y olvidarse del hallazgo.
El hombre atemorizado no le hizo caso e informó de los hechos a la Policía.
Durante un interrogatorio, la mujer relató que había matado a su cónyuge con un hacha después de la enésima pelea con vejaciones y maltrato físico.
Al ver que tras recibir el golpe su marido no daba señales de vida, la mujer decidió despedazar el cadáver y esconderlo en el huerto.
Como la víctima no tenía otra familia, su desaparición no fue denunciada por nadie.
La Policía ha incoado una causa penal por asesinato.
Allí mismo en Rusia, sucedió un ecaso escalofriante, cuando una estudiante de 21 años confesó cómo asesinó a su pareja a sangre fría. Los detalles del caso horrorizaron a la opinión pública.
El caso de un hombre asesinado en Oriol, una ciudad ubicada 360 km al sudoeste de Moscú, destapó una trama sádica que conmueve a los rusos. Todo comenzó eldomingo pasado cuando los medios informaron que un soldado de 24 años apareció descuartizado en la casa de su novia.
Un día más tarde, la culpable confesó hasta la policía. Anastasia Onegina, una estudiante de 21 años admitió que asfixió a su novio, Dmitry Sinkevich, durante una práctica sexual sadomasoquista antes de desmembrar su cadáver con un cuchillo de cocina.