Riad, 10 abr (EFE).- Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a un ciudadano en la ciudad de Buraida, 330 kilómetros al norte de Riad, por perpetrar "el acto obsceno del incesto a la fuerza" y por tener una hija con la víctima, informó el Ministerio de Interior.
El condenado, identificado como Saíd bin Hasan Kariri, tuvo relaciones forzosas con una "mahrem", palabra árabe usada para referirse a las mujeres de una familia con las que está terminantemente prohibido mantener relaciones sexuales: madre, hija, hermana, tía o esposa de un hermano.
El comunicado afirmó que se decidió aplicar la pena capital contra el procesado debido a "lo horroroso" de sus actos y porque tenía varios antecedentes penales.
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Asimismo, el Ministerio aseguró que el reo era un asesino, consumía hachís y alcohol y conducía bajo la influencia de éste.
La sentencia, tras su emisión, fue ratificada del Tribunal de Apelación y el Supremo y posteriormente, por un decreto real.
En Arabia Saudí, las ejecuciones suelen realizarse por decapitación con sable y se castigan con la pena capital las personas declaradas culpables de asesinato, violación, narcotráfico, brujería, homosexualidad, adulterio, entre otros cargos.
Las organizaciones de derechos humanos han denunciado que desde la llegada del monarca Salman bin Abdelaziz al trono saudí, en enero de 2015, se han disparado las ejecuciones.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, denunció el pasado marzo, en su informe anual, que China, Arabia Saudí, Pakistán e Irán son los cuatro países responsables de casi el 90 % de ejecuciones en el mundo.
El incesto es la práctica del sexo entre dos personas de un misma familia. Los hijos de padres que ha cometido incesto tienen en su gran mayoría serios problemas de salud y una esperanza de vida bastante limitada, informa el portal ECURED
