De las ballenas fallecidas, una tenía en su tracto digestivo 18 bolsas negras.
Tres ballenas francas pigmeas murieron en el sur de Taiwán por causa de bolsas de plásticos halladas en su interior, informó este sábado la cadena de televisión TVBS.
La operación de rescate de al menos 20 ballenas que estaban desorientadas inició el pasado 4 de febrero. Los cetáceos recibieron tratamiento en las cercanías de Kaohsiung (sur de Taiwán). De las fallecidas, una tenía en su tracto digestivo 18 bolsas negras.
Los tres cetáceos presentaron debilidad cardiopulmonar y finalmente murieron, explicó el doctor Wang Chien-ping del Centro de Investigación Biológica y de Cetáceos de la Universidad Cheng Kung (CIBC).
"El estómago de una de las ballenas estaba lleno de bolsas plásticas. No podía introducir más comida, aunque estuviese muy hambrienta", agregó Wang.
El dato: las ballenas francas pigmeas (Caperea marginata) son una especie de cetáceo que actualmente están en peligro de extinción.
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Otro brutal escenario se lleva a cabo todo los años en el Atlantico de Dinamarca donde masacran cientos de ballenas por tradición.
En el archipiélago de las Feroe (Dinamarca) ha empezado el Grindadráp, la tradicional caza de ballenas que cada año tiñe con la sangre de cetáceos las playas de este archipiélago del Atlántico Norte.
La tradición reúne anualmente a los residentes de las islas con motivo de la llegada a sus costas de calderones (o ballenas piloto) en los meses de julio y agosto. Los cetáceos son rodeados con lanchas y empujados hacia las playas, donde la población les da muerte con lanzas y machetes.
Después, la carne y la grasa de los animales se distribuyen entre los habitantes de las islas.