Nairobi, 26 ene (EFE).- Al menos 1.990 personas han fallecido y 55.000 se han contagiado por el peor brote de cólera que ha afectado a la República Democrática del Congo (RDC) en las últimas dos décadas, aseguró hoy Médicos sin Fronteras (MSF).
La epidemia ha afectado a 24 de las 26 provincias del país y, desde finales de noviembre, ha empezado a afectar a algunos barrios de la capital, Kinshasa, que cuenta con 12 millones de habitantes, un sexto de la población total de esta nación centroafricana.
"La ciudad es especialmente vulnerable al cólera debido a la falta de agua potable y de infraestructuras de saneamiento, y a la ausencia de hospitales o centros de salud adecuadamente adaptados para proporcionar tratamiento a los afectados", indica el comunicado remitido por MSF.
Asimismo, especifica que desde finales de noviembre de 2017 hasta el 22 de enero de este año se han confirmado 826 casos de cólera en Kinshasa, que se han saldado con 32 muertes.
Los rápidos niveles de propagación han obligado a MSF a abrir un nuevo centro de tratamiento en la capital, a habilitar 10 nuevos puntos de rehidratación y a establecer un nuevo servicio de ambulancias.
"El cólera está afectando a zonas de Kinshasa que están densamente pobladas, por lo que resulta crucial actuar rápidamente y evitar así que esta epidemia se propague aún más", indicó Jean Liyolongo, miembro del equipo de respuesta rápida a emergencias de MSF en la RDC.
MSF está dando respuesta al 46 % del total de casos registrados en todo el país.
En zonas donde el acceso al agua potable es difícil y donde las estructuras de saneamiento no son las adecuadas el cólera es una enfermedad altamente contagiosa.
Asimismo, la crisis humanitaria que vive el país, donde hay unos 4,5 millones de personas desplazadas internamente, dificulta la respuesta.
Presente en el país desde los años setenta, es una dolencia endémica en nueve provincias de la RDC, especialmente en las zonas orientales, cercanas a los Grandes Lagos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el pasado día 9 del peligro que suponían las últimas inundaciones en el país, que podrían agravar "uno de los brotes más graves de los últimos años", según su portavoz, Christian Lindmeier. EFE