Siberianos listos para bañarse en aguas heladas pese a la ola de frío extremo

Moscú, 18 ene (EFE).- Miles de habitantes de la república rusa de Yakutia se bañarán esta noche en aguas heladas para celebrar la Epifanía, pese a temperaturas de más de 50 grados bajo cero instaladas estos días en la región.

"Se habilitarán 33 pozas en toda la república a pesar del frío", dijo un portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Yakutia a la agencia RIA Novosti.

Agregó que este año por primera vez se abrirá una poza en un río de la localidad de Verjoyansk, uno de los lugares más fríos del mundo.

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"Uno de nuestros sacerdotes ya se encuentra allí y nos ha comunicado que la temperatura (en la localidad) es de 53 grados bajo cero", apuntó el religioso.

Según las autoridades rusas, este año cerca de 60.000 habitantes de Yakutia se bañarán en aguas gélidas con motivo de la festividad del Bautismo del Señor que la Iglesia ortodoxa celebra el 19 de enero.

El año pasado, en las pozas abiertas en ríos y estanques de la república siberiana se sumergieron alrededor de 65.000 fieles rusos.

Siberia vive estos días una ola de frío extremo con temperaturas de más de 65 grados bajo cero, registradas en la región a principios de la semana.

Varios portales informativos informaron de que las temperaturas en algunas localidades de Yakutia descendieron hasta los 68 grados bajo cero.

El frío intenso le costó la vida esta semana a dos habitantes de la república rusa, que murieron por hipotermia tras sufrir su coche una avería en una de las carreteras locales. 

Celebran 2017 sumergiéndose en aguas heladas

Decenas de miles de personas se zambulleron valientemente este domingo en las aguasheladas del mar del Norte en la costa holandesa como manera de festejar la llegada del AñoNuevo de 2017.

En Scheveningen, cerca de La Haya, donde es organizada la "más grande zambullida de Año Nuevo en el mundo", al menos 10.000 bañistas, con gorras de baño naranjas, color nacional neerlandés, se lanzaron al mar al mediodía a la búsqueda de olas revigorizantes y lanzando gritos de guerra, para salir enseguida del agua, con una temperatura de 7ºC en medio de la bruma y el frío aire marino.

"¡Es una manera fresca de comenzar el año!", exclama Mary Adriaensen, de 35 años, originaria de Arnhem, en el este del país, quien junto a tres amigas vivió esta experiencia por primera vez.