La fiscalía danesa ha acusado formalmente este martes al inventor Peter Madsen del homicidio de la periodista sueca Kim Wall, desaparecida en agosto en el submarino fabricado por él mismo y cuyos restos troceados han sido hallados los últimos meses. El juicio, en el que habrá jurado, comenzará el 8 de marzo y se espera que la sentencia se emita el 25 de abril.
El fiscal Jakob Buch Jepsen ha informado de que en el juicio, que comenzará en marzo, pedirá cadena perpetua o, de forma subsidiaria, custodia —pena prorrogable indefinidamente para reos peligrosos—, después del examen mental al que fue sometido Madsen por el Consejo de Medicina Forense. La acusación admite que no sabe el modo en que murió la periodista, aunque considera como hipótesis más probable la decapitación o el estrangulamiento.
El homicidio ocurrió después de "planificación previa", señaló en un comunicado el fiscal, que también ha acusado a Madsen —en prisión preventiva desde hace cinco meses y que sigue declarándose inocente— de trato indecente del cadáver por descuartizarlo, por mantener relaciones sexuales sin incluir coito, además de dos violaciones graves de la ley sobre seguridad marítima. El fiscal ha pedido también que el submarino sea destruido.
"Es un caso inusual y extremo con trágicas consecuencias para Kim Wall y su familia. El interés es muy grande, pero pedimos comprensión a los medios debido a que el resto de pruebas serán presentadas ante el tribunal y no en la prensa", ha afirmado Buch-Jepsen.
La policía finalizó la semana pasada la búsqueda de los restos de la periodista en el mar Báltico después de haber encontrado de forma separada la cabeza, los brazos, el torso y las piernas, todos con tubos de metal fijados para hacer peso. Los investigadores han renunciado a hallar los móviles de ambos y los posibles utensilios usados en el descuartizamiento.
Wall fue vista por última vez la noche del 10 de agosto a bordo del Nautilus, el submarino de Madsen en el que iba a entrevistar al inventor, que reapareció al día siguiente por la mañana en Køge (sur de Copenhague), donde fue rescatado antes de hundirse la nave.
El inventor dijo inicialmente haber desembarcado a la reportera horas después del inicio del viaje y que la nave zozobró por un fallo, aunque luego fue cambiando la declaración varias veces a medida que avanzaba la investigación policial. Después Madsen aseguró que Wall murió al caerle la escotilla de forma accidental y que arrojó el cadáver al mar, entero y con ropa, después de navegar horas sin rumbo y pensando en el suicidio.
Al constatar los forenses que el cráneo de Wall no tenía fracturas, Madsen afirmó que había muerto intoxicada por monóxido de carbono mientras él estaba en la cubierta y reconoció haber descuartizado su cuerpo. En el ordenador del inventor, en cuyo taller apareció una sierra que se cree usó para trocear el cuerpo, fueron hallados vídeos de mujeres ejecutadas y torturadas, que él asegura que no son suyos.
Cohete Madsen, como le llama la prensa danesa, es conocido por sus diseños de submarinos y por ser el cofundador de la firma Copenhagen Suborbitals, creada en 2008 con el objetivo de lanzar al espacio monoplazas tripulados y que ha hecho despegar con éxito cohetes experimentales sin personas a bordo.