Yakarta, 16 ene (EFE).- Tres adolescentes musulmanas han conseguido abrirse camino en el panorama del "heavy metal" en Indonesia con vibrantes versiones, un poderoso sonido y valientes letras originales que defienden la tolerancia.
Cubiertas con velos islámicos, las artistas indonesias actúan de manera habitual ante un público masculino que sacude con fuerza la cabeza y se lanza en ocasiones a un baile frenético de empujones y golpes.
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Ese fue el caso en un reciente concierto al que asistió Efe en Ubud, en la isla de Bali.
Firdda Kurnia, vocalista y guitarrista del grupo Voice of Baceprot (Voz del Ruido), chocaba las palmas sobre su cabeza y gritaba antes de comenzar un elaborado y distorsionado solo de guitarra que hace saltar a los presentes.
"El otro lado del 'metalismo'", dice el lema de la banda, que presume de ser diferente y reivindica el género como una forma de expresión compatible con los valores del islam.
"Islam y el hiyab son mi identidad y el metal es solo un género musical con el que me expreso", comentó Kurnia con confianza, a pesar de sus 17 años.
Kurnia, Euis Siti (batería de 17 años) y Widi Rahmawati (bajo de 16 años) se conocieron en la escuela islámica de la rural Singajaya, en la provincia de Java Occidental, y descubrieron el "heavy metal" en 2014 cuando miraban la colección de discos de su profesor de música.
La reacción entusiasta de las estudiantes cuando escucharon el género musical hizo que el maestro y ahora su representante, Cep Ersa Eka Susila Satia, apostase por formar el grupo y ese mismo año comenzaron a tocar por primera vez en su vida.
Kurnia asegura que los inicios en su comunidad "no fueron difíciles", a pesar de que la banda ha denunciado en el pasado haber recibido amenazas por parte de islamistas que creen que las adolescentes vulneran los preceptos islámicos.
"Creo que todos los musulmanes son iguales, tenemos la misma religión, el mismo Dios y no es un problema", argumenta Kurnia.
"La diversidad es buena, gracias a las diferencias tenemos la tolerancia, la religión se basa en la manera de pensar del individuo, cuando crees en una religión se trata de uno mismo y Dios", añade la cantante.
Indonesia es el país con mayor población islámica del mundo.
Cerca del 88 por ciento de sus más de 260 millones de habitantes practican el islam y, aunque la gran mayoría de la población lo hace de forma moderada, activistas y ONG han denunciado un aumento del extremismo en los últimos años.
Para Siti, la batería, la música es una forma de rebelión ya que no le gustan "las normas de la escuela", asegura entre tímidas risas.
Los componentes del grupo quieren seguir compaginando el "heavy metal" con los estudios y más adelante, continuar su formación en el campo de la música.
Hasta el momento, han compuesto 7 canciones originales sobre asuntos como el estado de la educación en el archipiélago o la intolerancia y que interpretan en sus conciertos junto con versiones de grupos como System of a Down, Rage Against the Machine o Slipknot.
En agosto del año pasado Voice of Baceprot tocó frente a miles de dignatarios, empresarios y otros asistentes durante la celebración del 72 aniversario de la independencia de Indonesia.
Han aparecido también en varias ocasiones en la televisión nacional.
Durante el concierto en Bali, Ridwan, un joven javanés de 21 años que escuchaba al grupo por primera vez, se mostraba sorprendido tras la actuación.
"Veo que son musulmanas pero suena como un monstruo, creo que se harán internacionales en el futuro porque aún son adolescentes", opina con admiración Ridwan, que como muchos indonesios utiliza un solo nombre.
En un país con una cultura arraigada de "heavy metal", donde incluso el presidente, Joko Widodo, es un admirador confeso de Metallica, la banda de adolescentes ha conseguido divertirse mientras rompe barreras musicales, religiosas y de género. EFE