Toronto (Canadá), 4 ene (EFE).- La costa del Atlántico de Canadá empezó a sentir hoy los efectos de la llamada "bomba meteorológica", una tormenta invernal masiva que afecta al noreste de Norteamérica con rachas de viento de hasta 110 kilómetros por hora y que ha provocado la cancelación de vuelos en el aeropuerto de Halifax.
Muchas empresas decidieron cerrar hoy para evitar que sus empleados tuvieran que circular en difíciles condiciones meteorológicas.
En el aeropuerto de Halifax, el más importante de la región, casi todos los vuelos fueron cancelados hoy. En las provincias de Nueva Brunswick e Isla Príncipe Eduardo, también en la región atlántica, muchos vuelos fueron cancelados y otros sufrieron retrasos.
Los meteorólogos han advertido que las rachas de viento pueden llegar hoy hasta los 170 kilómetros por hora en Cabo Breton, en el extremo septentrional de la provincia de Nueva Escocia.
Desde primeras horas de la mañana, la región experimenta fuertes lluvias y nevadas, aunque los meteorólogos también prevén que las temperaturas se desplomen durante el fin de semana debido a un vórtice polar.
El instituto meteorológico de Canadá alertó que en Nueva Brunswick caerán en las próximas horas entre 25 y 45 centímetros de nieve que después, por la noche, podría ir seguida de entre 20 y 30 milímetros de lluvia.
Los científicos han calificado la tormenta invernal como una "bomba meteorológica" porque la presión atmosférica ha caído al menos 24 milibares en 24 horas.
En contexto
El aeropuerto JFK, que sirve a Nueva York y uno de los puntos principales de entrada a Estados Unidos, anunció hoy que canceló todos sus vuelos debido al temporal de nieve que sufre la ciudad y sus alrededores.
En un mensaje en Twitter, la terminal aérea dijo que la cancelación de todos los vuelos se debía a los fuertes vientos y a la nieve, y pidió a los pasajeros que contacten a las líneas aéreas para reprogramar sus vuelos.