Incendio en un centro comercial en Filipinas podría haber dejado al menos 37 muertos

Al menos treinta y siete personas podrían haber muerto en un incendio que arrasó un centro comercial que albergaba una oficina de atención telefónica de una multinacional estadounidense, en la ciudad de Davao, en el sur de Filipinas, informaron este domingo las autoridades locales.

Fuera del centro comercial el presidente filipino Rodrigo Duterte, intentaba consolar a las familias congregadas para tener noticias, aunque les aseguró que había "cero" posibilidades de que sus seres queridos todavía estuvieran con vida, indicaron testigos a la AFP.

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El fuego comenzó en el centro comercial NCCC, de cuatro pisos, la mañana del sábado y varias personas quedaron atrapadas en su interior, entre otros los trabajadores de una oficina de atención telefónica ubicada en la última planta, dijo a la AFP Ralph Canoy, un agente de policía del distrito.

"El incendio comenzó en el tercer piso, en el que hay productos como telas, muebles de madera y productos plásticos, por lo que el fuego se expandió rápidamente", dijo. 

El siniestro logró ser controlado en las primeras horas del domingo pero los rescatistas todavía no han podido entrar en la zona donde se cree que están atrapados los desaparecidos. 

"Él (Duterte) nos dijo que hay cero, que ninguna persona podría sobrevivir bajo estas circunstancias", dijo a la AFP Jimmy Quimsing, un marinero retirado que esperaba noticias de su hijo, Jim Benedict, de 25 años, que trabajaba en el centro de llamados.

El hombre afirmó que cree que las palabras del presidente son ciertas y están en congruencia con lo que aprendió en el mar. 

"Yo sé de fuego. Cuando es negro es mortal", dijo. 

El asistente especial de Duterte, Christopher Go confirmó a la AFP el contenido de la conversación. 

Nulas

El responsable de la Oficina de Protección contra el Fuego en el lugar de los hechos dijo que las probabilidades de que las 37 personas hubieran sobrevivido eran "nulas", escribió Paolo Duterte -vicealcalde e hijo del presidente filipino-, en una publicación de Facebook.

Canoy indicó que los investigadores creen que las personas presuntamente muertas en el siniestro estaban trabajando en el centro de llamadas, que opera 24 horas al día. 

"Es posible que mientras ellos estaban trabajando pudieran no darse cuenta enseguida de que el fuego estaba extendiéndose", dijo Canoy en referencia a los trabajadores. 

El centro de llamadas pertenecía a la multinacional estadounidense SSI. 

La filial SSI Philippines Davao publicó en su página de Facebook un anuncio en el que indicaba a los familiares de los trabajadores que en breve podría en funcionamiento un "centro de mando para atender sus consultas o otros requerimientos". 

"Les agradecemos su paciencia. Por favor sigan rezando por la seguridad de todos", dijo.  

Sin ventilación

La jefa de bomberos de Davao, Honey Fritz Alagano, dijo que los administradores del edificio le dijeron a las autoridades que el incendio comenzó con una chispa en el techo de la sección de muebles de la tercera planta. 

"Uno de nuestros bomberos tiene un hijo que es un agente ahí (en el centro de llamadas). Nos dijo que algunos intentaron llevarse las cosas que tenían en sus casillas y que ahí quedaron atrapados", dijo a la AFP Alagano.

"El centro comercial es un lugar cerrado sin ventilación. Cuando nuestros bomberos intentaron entrar fueron repelidos por el fuego y por el humo", indicó. 

La funcionaria explicó que en estas condiciones sólo hacen falta "tres a cinco minutos" para que una persona termine sofocada. 

El presidente Duterte, que fue alcalde de Davao durante dos décadas, sigue viajando a la ciudad los fines de semana. 

Davao es la mayor ciudad del sur de Filipinas y está ubicada a cerca de 1.000 kilómetros de Manila. Tiene 1,5 millones de habitantes. 

Este siniestro se suma a otras tragedias de origen natural que azotan al archipiélago, después de que una tormenta tropical dejara 182 muertos y obligara a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares. 

Muchas de las víctimas de las lluvias y las crecidas de los ríos provocados por la tormenta se produjeron en la isla de Mindanao, donde está situada Davao. 

Los incendios son un tragedia que se repite en Filipinas, especialmente en las zonas pobres donde no se aplica ninguna norma de seguridad en las construcciones.

En el país también se han registrado casos de incendios en grandes edificios e industrias, donde la corrupción y la explotación hacen que las normativas existentes no sean aplicadas. 

En 2015 un incendio de una fábrica de zapatos en Manila dejó 72 muertos. Los supervivientes culparon de las muertes a las condiciones de trabajo impuestas por los dueños que los hacían producir en talleres con barrotes en las ventanas y cerrados bajo llave. 

El incendio más grave de la historia del país fue en 1996 cuando 162 personas murieron en una gigantesca explosión en una disco de Manila.