Las autoridades chinas ejecutaron a 10 personas en la provincia de Cantón, al sur del país, tras ser juzgados públicamente ante miles de personas y sentenciados a muerte por narcotráfico.
Según señaló el domingo el diario oficial Global Times, un total de 12 acusados por venta de drogas, asesinato y robo fueron sometidos a un juicio público el sábado ante miles de personas en el estadio de Donghai, en la ciudad cantonesa de Lufeng.
Dos tribunales populares de Cantón, el de Lufeng y el de Shanwei, se encargaron del proceso y condenaron a muerte a 10 de los 12 procesados que fueron ejecutados inmediatamente después de la sentencia.
Los acusados habían llegado al estadio en un pequeño camión policial descubierto rodeados por varios agentes armados.
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Se desconoce la forma en que se llevaron a cabo las ejecuciones, aunque el portal chino Beijing News afirmó que sucedieron de forma privada, al contrario de lo que era habitual en China en la década de los 90 – la de ejecutar en estadios de forma pública-, pero que en los últimos años parecía haberse abandonado.
Las autoridades locales defienden este tipo de práctica como una forma de demostrar a la ciudadanía la mano dura contra las drogas, según destacó en su día la agencia estatal Xinhua.
En el 2015, otras 13 personas fueron juzgadas públicamente y posteriormente ejecutadas en Lufeng por el mismo delito ante más de 10.000 personas y hace tan sólo seis meses otras ocho corrieron la misma suerte.
El narcotráfico a gran escala es un delito que puede ser castigado con pena de muerte en China, y varios ciudadanos extranjeros han sido ejecutados por la Justicia de este país después de ser detenidos en posesión de estupefacientes.