Dacca, 1 dic (EFE).- El papa Francisco felicitó hoy a la iglesia de Bangladesh por ocuparse de los más pobres y les animó a hacer aún más también por los desplazados, en el encuentro que mantuvo hoy con los obispos locales en su segundo día de su viaje a este país.
El papa acudió al arzobispado de Dacca, que comprende la catedral, la casa para los sacerdotes ancianos y un seminario, para encontrar como hace habitualmente en cada viaje a los obispos de este país, que aquí son solo siete.
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A ellos el papa les dijo que la Iglesia local "puede estar orgullosa de su historia de servicio a los pobres, especialmente en las zonas más remotas y en las comunidades tribales".
Recordó que "lleva adelante este servicio cotidianamente a través de sus apostolados de educación, de sus hospitales, clínicas y centros de salud, y de sus múltiples obras de caridad".
Y que, sin embargo, "especialmente a la luz de la actual crisis de desplazados, vemos lo mucho que queda aún por hacer".
Les explicó que "sus obras de asistencia a los necesitados deben ser siempre esa caridad pastoral que sabe reconocer en seguida las heridas humanas y que responde con generosidad a cada uno personalmente".
A los obispos les instó a "mostrar una cercanía pastoral cada vez mayor hacia los fieles laicos" y "promover su participación efectiva en la vida de las iglesias".
Entre ellos citó los "numerosos y entregados catequistas de este país, cuyo apostolado es esencial para el crecimiento de la fe y para la formación cristiana de las nuevas generaciones".
"Son verdaderos misioneros y guías de oración, especialmente en las zonas más remotas", les dijo y les pidió que estuvieran "atentos a sus necesidades espirituales y a su constante educación en la fe".
También les emplazo a "llevar adelante la comprensión interreligiosa " y a "trabajar tenazmente en construir puentes y en fomentar el diálogo, ya que estos esfuerzos no sólo facilitan la comunicación entre los diferentes grupos religiosos, sino que también despiertan las energías espirituales necesarias para la construcción de una nación unida, justa y en paz".
El papa tras el encuentro también visitó en privado a algunos de los sacerdotes enfermos que residen en el arzobispado.