CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Durante una misa con pobres el domingo, el papa Francisco calificó la “indiferencia” como un gran pecado.
La basílica de San Pedro del Vaticano se llenó con personas pobres y sacerdotes en el primer Día Mundial de los Pobres organizado por la Iglesia.
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Francisco criticó a quienes piensan que la pobreza “no va conmigo, es culpa de la sociedad”.
El pontífice argentino dijo a los fieles que toda una vida de “no hacer nada malo no es suficiente” y señaló que ayudar a los pobres del mundo es el “pasaporte al Paraíso”. Los fieles irán al Cielo “no solo por lo que tienen, si no por lo que dan” a los necesitados.
Francisco invitó a 1.200 personas con pocos recursos a un almuerzo con pasta, ternera y poste en un auditorio del Vaticano tras la homilía. Prestar atención a las personas al margen de la sociedad es el distintivo de su papado.
En contexto
El Papa Francisco expresó este sábado su solidaridad y su "cercanía en estos difíciles momentos" con el pueblo argentino tras la desaparición del submarino "ARA San Juan", con 44 tripulantes a bordo, cuando navegaba en aguas del Atlántico meridional.
El papa argentino "alienta asimismo los esfuerzos que se están llevando a cabo para encontrar el navío" y hace llegar a los "familiares" de los tripulantes y a las autoridades argentinas "su cercanía en estos momentos difíciles", según un mensaje divulgado por la Santa Sede.
Francisco "pide al Señor que les infunda serenidad espiritual y esperanza cristiana" y les "imparte de corazón la confortadora bendición apostólica".