Atenas, 19 nov (EFE).- El número de muertos por las inundaciones del miércoles en tres municipios en la región capitalina de Ática aumentó a 20, mientras los equipos de rescate siguen con la búsqueda de dos personas desaparecidas.
Los bomberos confirmaron que encontraron el cuerpo de una de las tres personas que estaban buscando ayer y que fue hallado en la localidad de Mandra, donde se ha registrado el mayor número de víctimas mortales.
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Las lluvias del miércoles por la mañana en esta zona convirtieron calles y carreteras en potentes torrentes, estrellaron coches contra viviendas y anegaron numerosos edificios en los municipios afectados, algunos de los cuales siguen todavía inaccesibles.
Varias víctimas fueron halladas en sus casas, donde el agua llegó a alcanzar los dos metros de altura.
Por ahora es imposible evaluar los daños materiales, pero las imágenes mostradas por las televisiones revelan un panorama de devastación.
Las precipitaciones causaron desprendimientos en las montañas cercanas, donde recientes incendios habían arrasado grandes superficies de bosque, dejando así el monte sin protección contra deslizamientos.
Se trata de la mayor catástrofe de este tipo desde noviembre de 1977, cuando 37 personas murieron en Atenas a causa de una tormenta que inundó buena parte de la capital.
En contexto
Al menos diez personas murieron y una más resultó herida después de que una avalancha de nieve destruyera varias casas de un remoto pueblo de montaña en el este de Afganistán, informó hoy a Efe una fuente oficial.
El alud se produjo a última hora de la tarde de ayer en un poblado en el distrito de Chapa-Darah, en la provincia de Kunar, afirmó el portavoz del Gobernador provincial, Abdul Ghani Musamim.
"Diez aldeanos de tres familias, entre ellos mujeres y niños, murieron y uno más resultó herido, después de que sus casas fueran destruidas por una avalancha en el pueblo de montaña", explicó Musamim.
Según el portavoz, han enviado ayuda de primeros auxilios para las víctimas a un centro del distrito, pero ahora las autoridades locales buscan el modo de enviarla hasta el poblado, ya que es una zona muy remota e insegura por la actividad insurgente.