Las autoridades del Gobierno de Irán declararon este lunes el estado de emergencia en las provincias occidentales afectadas por el terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter, que ha dejado 445 muertos y 7.100 heridos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos detalló que el terremoto ocurrió a las 20H18 (hora local) del domingo en la frontera entre Irak e Irán, exactamente a unos 200 kilómetros al noreste de Bagdad y a 104 kilómetros al oeste de la ciudad de Kermanshah.
El epicentro del temblor fue de 32 kilómetros al suroeste de Halabja, en la parte nororiental de Irak, y a una profundidad de 33,9 kilómetros.
Luego del terremoto de 7,3, se detectó otro de magnitud 4,5 en la escala de Richter, en la ciudad de Sarpol-e Zahab, provincia de Kermanshah, cuyas vías de acceso colapsaron y se desconoce si hay más víctimas.
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Las ciudades iraníes más afectadas fueron Sarpol-e-Zahab, Qasr-e-Shirin y Salas-e-Babajani, en la provincia Kermanshah, donde se decretaron tres días de luto, varias aldeas quedaron sin electricidad y las escuelas fueron cerradas.
El ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, gestionó mediante un comité el envío de tiendas de campaña, alimentos de primera necesidad, medicamentos y agua potable, entre otros artículos, a las zonas afectadas.
Asimismo, la Media Luna Roja de Irán, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica y el Ejército iraní se movilizaron a las zonas dañadas por el terremoto.
El terremoto entre la frontera de Irán e Irak también dejó daños en cinco sitios históricos en la provincia de Kermanshah y en más de siete monumentos de Ilam, según el jefe de la Organización iraní de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo, Ali Asqar Mounesan.
Sin embargo, los objetos culturales no fueron afectados gravemente y podrán ser restaurados.