El movimiento islamista Hamas y su rival palestino Fatah anunciaron este jueves un primer acuerdo sobre los términos concretos de su reconciliación tras una década de luchas intestinas, que incluye el despliegue en Gaza de 3.000 policías de la Autoridad Palestina.
"Celebro el acuerdo de El Cairo, y le doy como instrucción a la delegación, en la capital egicpia, que lo firme inmediatamente", declaró el presidente palestino, Mahmud Abas, en una conversación telefónica con la AFP.
Horas antes, el responsable de Fatah en Gaza, Zakaria al Agha, anunció que Abas visitará el territorio gazatí "en menos de un mes".
De llevarse a cabo, sería la primera visita del presidente a Gaza desde 2007, año en el que Hamas tomó el poder en el enclave tras expulsar a la Autoridad Palestina a raíz de enfrentamientos violentos con Fatah.
La Autoridad, una entidad reconocida internacionalmente, está dominada por el moderado Fatah de Abas y ejerce un poder limitado en Cisjordania, ocupada por Israel y situada a decenas de kilómetros de distancia de Gaza.
En otra señal de acercamiento, Abas levantará "muy pronto" las sanciones financieras que tomó en 2017 para obligar a Hamas a negociar, indicó Agha.
Bajo supervisión egipcia
Ante el riesgo de explosión social, un menor apoyo de Catar y la presión del vecino Egipto, Hamas aceptó en septiembre el regreso de la Autoridad Palestina y su gobierno a Gaza, donde la semana pasada se celebró el primer consejo de ministros desde 2014.
El movimiento islamista y su rival laico y moderado de Fatah entablaron el martes negociaciones discretas en la capital egipcia para concretar una reconciliación que anunciaron con gran pompa la semana pasada.
Y apenas dos días después, este jueves, Hamas anunció haber llegado a un acuerdo "bajos los auspicios de Egipto".
Los palestinos debían dar una rueda de prensa hacia el mediodía para abordar esta cuestión, dijo a la AFP Fayez Abu Eita, un portavoz de Fatah y miembro de la delegación de su partido en El Cairo.
Las conversaciones se centraron en los aspectos prácticos del acercamiento entre ambos movimientos palestinos, que estaban muy enfrentados hasta hace apenas unas semanas.
De momento, se desconoce el contenido del acuerdo, aunque un alto responsable palestino anunció bajo anonimato el despliegue de 3.000 policías de la Autoridad Palestina en Gaza y en las fronteras con Israel y Egipto.
Clave para el futuro
Ambas partes ya avisaron de que la reconciliación llevará tiempo. El reparto de poder se antoja extremadamente complicado ya que los intereses de unos y otros parecen ser contradictorios.
El resultado del acercamiento entre Hamas y Fatah es primordial para el futuro de los palestinos, en primer lugar para el de los dos millones de gazatíes, agotados por tres guerras con Israel desde 2008, el bloqueo israelí y egipcio, la pobreza, el paro y los cortes de agua y electricidad.
Las divisiones palestinas se consideran asimismo como uno de los principales obstáculos a la hora de encontrar una salida al conflicto israelo-palestino.
La legitimidad del presidente Abas, interlocutor de Israel y de la comunidad internacional, queda en entredicho por el hecho de que Hamas, considerado como terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea y como intratable por varios países árabes, gobierne actualmente a dos quintas partes de los habitantes de los Territorios Ocupados.
La experiencia' Hezbolá
Hamas espera el levantamiento de las sanciones financieras impuestas por Abas, como la suspensión del pago de la electricidad gazatí a Israel. "Volveremos a estudiar esto (las sanciones) cuando el gobierno pueda asumir sus responsabilidades", declaró el presidente palestino la semana pasada.
Sobre la posibilidad de que Hamas siga al cargo de la seguridad en Gaza, Abas avisó que no aceptará que se "copie la experiencia de[l movimiento chiita] Hezbolá en Líbano".
Hamas aseguró por su parte que no negociará sobre la entrega de sus armas.
Fatah y Hamas también deberán estudiar el futuro de decenas de miles de funcionarios reclutados desde 2007 por Hamas.
En cuanto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que sólo aceptará hablar con un gobierno de unidad palestino si Hamas desmantela su brazo armado, rompe sus relaciones con Irán y reconoce Israel. Unas pretensiones a priori imposibles de aceptar por Hamas.