Detenido en Alemania el sospechoso de envenenar comida para bebés

La policía alemana ha detenido a un hombre de 55 años sospechoso de haber envenenado tarros de comida para bebés y de haber amenazado con contaminar productos en distintos supermercados si no recibía 10 millones de euros, según han informado fuentes policiales. "Se han reforzado las sospechas sobre un hombre de nacionalidad alemana de 55 años, detenido anoche por la policía del Estado regional de Baden-Wurtemberg", han anunciado en un comunicado la fiscalía de Ravensburg y la policía de Constanza (suroeste de Alemania).

La policía localizó al hombre gracias a las pistas facilitadas por los ciudadanos, después de que las autoridades hicieran público el chantaje el pasado jueves y difundieran la imagen que habían captado del sospechoso las cámaras de seguridad de un supermercado. Tras activarse la alerta, miles de personas se pusieron en contacto con la policía, que advirtió de la gravedad del caso y señaló que se tomaba la amenaza "muy en serio".

 

El pasado 16 de septiembre varias cadenas de supermercados, organizaciones de defensa del consumidor y la Policía recibieron un e-mail en que el autor les advertía con envenenar alimentos para bebés y otros alimentos en sucursales alemanas o extranjeras de Lidl, Aldi, Müller, Edeka, Norma y Rewe y las droguerías Rossmann y DM, si no recibía 10 millones de euros.

Para demostrar la seriedad de su amenaza, el chantajista había repartido ya varios botes de comida de bebés contaminados en varias tiendas de la ciudad de Friedrichshafen (suroeste) e indicó dónde lo había hecho, por lo que la policía pudo incautar los botes. Estaban contaminados con etilenglicol, una sustancia incolora y con un ligero sabor azucarado, pero que puede causar serios daños en la salud del ser humano.

 

Al detectar los tarros de comida envenenados, la policía se tomó muy en serio la amenaza y pidió ayuda ciudadana para localizarlo. Para ello, difundió un vídeo del sospechoso, en el que se ve a un hombre de unos 50 años, alto y delgado. La policía trató de tranquilizar a la población pero advirtió que revisaran que los frascos de alimentos que hubieran adquirido en un supermercado no hubieran sido manipulados. “Hay que comprobar que cuando se abre un bote se produzca el típico sonido que demuestras que el bote estaba cerrado al vacío”, aseguró un portavoz.