Naciones Unidas, 27 sep (EFE).- El brote de cólera en Yemen ha dejado ya más de 2.100 muertos y casi 740.000 posibles casos desde que estalló a finales de abril, según dijo hoy Naciones Unidas.
Más de la mitad de los casos registrados en el país a fecha 25 de septiembre corresponden a niños, aseguró en su conferencia de prensa diaria Stéphane Dujarric, portavoz de la organización.
Según explicó, recientemente las organizaciones humanitarias han puesto en marcha 250 centros de tratamiento de diarreas y la ONU y sus socios han entrenado a 600 trabajadores sanitarios en este ámbito.
Hoy, dijo Dujarric, se trasladaron por vía aérea 27 toneladas de suministros para tratar a unas 300.000 personas afectadas.
Yemen, uno de los países más pobres del planeta, está sumido en un intenso conflicto armado desde marzo de 2015 y actualmente padece la peor epidemia de cólera del mundo.
La guerra enfrenta a los rebeldes hutíes y sus aliados y a las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, que cuenta con el apoyo de una alianza militar encabezada por Arabia Saudí.
El conflicto ha dejado a unos 20 millones de personas necesitadas de algún tipo de apoyo humanitario, con casi diez millones con grandes necesidades, según datos de la ONU.
La organización calcula que unos 17 millones de personas, un 60 por ciento de la población del país, viven actualmente en situación de inseguridad alimentaria.
En contexto
Al menos 500 personas han muerto y otras 24.000 han resultado infectadas de cólera en la República Democrática del Congo (RDC) desde el pasado mes dejunio, donde la epidemia se ha extendido ya a 20 de las 26 provincias del país, informó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).
La sequía de los últimos meses y la movilidad de la población en algunas zonas del país han contribuido a la propagación de enfermedad, que este año ya registra un 28% más de casos que en 2016.
En Kivu Norte, donde se originó el brote y una de las zonas más afectadas, la situación es tan grave por la falta de lluvias y por los problemas técnicos con el abastecimiento de agua, además del alcantarillado precario y la falta de información de la comunidad.