Dacca, 20 sep (EFE).- La ONU planea lanzar una petición "enorme" de fondos para atender la necesidad de 1,2 millones de personas tras la llegada de más de 400.000 rohinyás en el último mes a Bangladesh, y reconoce que aún está "muy lejos" del nivel de respuesta que se necesita para atender a los refugiados.
El coordinador residente de la ONU en Bangladesh, Robert Watkins, indicó a Efe que ya se ha acordado con el Gobierno bangladeshí actualizar la petición lanzada hace dos semanas a la comunidad internacional de 77 millones de dólares, aunque afirmó que aún no se ha cerrado la cifra.
"Estamos en el proceso, acabamos de acordar con el Gobierno el número, y en lugar de 300.000 personas hemos identificado una población de 1,2 millones", indicó Watkins.
El nuevo cálculo se basa en la suma de los 420.000 refugiados que han llegado al país desde el pasado 25 de agosto; los 300.000 rohinyás que ya había en la zona previamente; un cálculo de otros "200.000 ó 300.000" nuevos refugiados en las próximas semanas y 300.000 locales bangladeshíes de la zona que están también afectados.
"Así que eso es cuatro veces la cantidad de gente que estábamos considerando hace un par de semanas", explicó, al agregar que la cantidad será "al menos cuatro veces superior e incluso algo más porque no será sólo para tres meses sino para "al menos seis meses".
Watkins señaló que se está funcionando "mejor" en cuanto a la respuesta en los campos a los refugiados con todas las agencias de la ONU aumentando su operación en el área, pero aseguró que "aún falta mucho".
"La conclusión es que todavía estamos lejos de donde tenemos que estar, muy lejos", dijo el funcionario, tras visitar en los últimos días los campos en el distrito de Cox's Bazar, en el sureste de Bangladesh.
"Tiene que llegar mucha más ayuda, tiene que llegar mucha más gente para cumplir con las necesidades de la población", añadió.
El coordinador residente de la ONU admitió que el de la salud en los campos es ahora el problema más acuciante ante la perspectiva de que empeore el tiempo.
"Hay una preocupación sin duda, y dadas las condiciones climatológicas que tenemos va a ser peor", comentó, al recordar que la gente está haciendo sus necesidades donde puede y está recogiendo agua de los charcos.
Señaló por otra parte que han conversado con el Gobierno para buscar alternativas a la creación de un gran campo de refugiados, como tenían previsto hacer las autoridades, porque "no hay tiempo".
"Sugerimos construir refugios espontáneos y empezaremos a construir carreteras para conectar a estas personas, para que estén está zona pero no en un campo formal", dijo, al asegurar que el Gobierno ha accedido.
La actual crisis de refugiado explotó el pasado 25 de agosto, tras un atentado de un grupo insurgente rohinyá que desencadenó una operación militar en la que, de acuerdo con testigos, se ha producido el tiroteo de civiles y se han quemado pueblos enteros.
El Alto Comisionado de los Derechos Humanos ha calificado esa operación como "caso de libro de limpieza étnica" y la comunidad internacional ha incrementado la presión sobre el Gobierno de Birmania, y su líder de facto, la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.