Este miércoles, un terremoto submarino de magnitud 6,1 agitó las aguas al sur de Nueva Zelanda, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El foco del sismo se ubicó a 10 kilómetros de profundidad y 211 kilómetros al oeste de la isla norte de Nueva Zelanda. Sin embargo, también se sintió en Wellington, la capital del país, que se encuentra en la isla sur.
Las autoridades neozelandesas interrumpieron temporalmente los servicios ferroviarios, mientras que no reportaron daños destacados en los edificios afectados.
En la costa neozelandesa también se registraron otros dos terremotos menores con magnitudes 4,7 y 5, respectivamente. En cualquier caso, Nueva Zelanda no ha emitido ninguna alerta por tsunami.
Estos sismos tuvieron lugar horas después de que un fuerte terremoto de magnitud 7,1 sacudiera la parte central de México. Ese movimiento telúrico causó la muerte a un mínimo de 225 personas y provocó daños materiales sustanciales en el país latinoamericano. En cualquier caso, ninguna evidencia indica que ambos sucesos estén relacionados.
En contexto
La Unión Europea (UE) ofreció hoy su ayuda a México tras elterremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que ya ha provocado más de 200 fallecidos y transmitió sus condolencias a las víctimas.
"Estamos en contacto con las autoridades mexicanas y dispuestos a ayudar. Nuestras capacidades para proporcionar apoyo urgente están en alerta", explicaron en un comunicado conjunto la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides.
Ambos añadieron que el Centro Europeo de Coordinación de Respuesta a Emergencias está monitorizando la situación sobre el terreno, se solidarizaron con el pueblo mexicano y agradecieron el trabajo de los primeros en llegar para "ayudar y salvar vidas".
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló en una carta dirigida al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, su "más sentido pésame", solidaridad y apoyo a las familias de los fallecidos y a los heridos.