Un individuo fue abatido por las fuerzas de seguridad en la ciudad de Mersin, en el sureste de Turquía, cuando supuestamente se disponía a cometer un atentado suicida contra un cuartel de policía.
Según el rotativo Star, cercano al Gobierno, las fuerzas de seguridad dispararon al presunto terrorista antes de que pudiera atacar el edificio.
Las autoridades locales apuntan a la posibilidad de que se trate de un miembro del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Decenas de muertos y heridos en un contraataque del Estado Islámico en el noreste de Siria
Cuando el individuo se acercaba al cuartel, los agentes de la policía le indicaron que se detuviera, pero al ver que éste desoía la orden, fue abatido.
El fiscal de Mersin, Mustafa Ercan, declaró a la agencia semipública Anadolu que todo apunta a que el presunto terrorista se disponía a llevar a cabo un atentado suicida en el lugar.
"Creemos que el terrorista podría ser miembro del Estado Islámico", añadió Ercan, tras explicar que el atacante llevaba un chaleco con explosivos.
Si se confirma que el EI está detrás del fallido ataque, sería el segundo intento de atentado por parte de este grupo terrorista en menos de un mes, después de que uno de sus miembros apuñalara mortalmente a un policía antes de ser abatido el pasado 13 de agosto en Estambul.
En contexto
España y Marruecos desarticulan supuesta célula extremista
Las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes desarticularon el miércoles una supuesta célula extremista de seis miembros que entrenaban y se preparaban para cometer ataques violentos, según anunciaron las autoridades españolas.
Cinco de los detenidos eran marroquíes y otro era español de origen marroquí, según un comunicado del Ministerio español del Interior.
El supuesto líder de la trama, un marroquí de 39 años, vivía en Melilla, un enclave español en el norte de África, pero fue detenido cuando visitaba Marruecos. Supuestamente reclutaba a jóvenes en un centro de reeducación donde trabajaba y utilizaba propaganda del grupo extremista Estado Islámico para su adoctrinamiento, según el comunicado.
El pasado agosto, 16 personas murieron en Barcelona y alrededores en ataques violentosreivindicados por el grupo EI.