Un kamikaze talibán mató el miércoles a cinco civiles e hirió a otros 25 en un atentado en el sur de Afganistán, informó un responsable local.
Policía danesa confirma que cuerpo mutilado es el de periodista desaparecida
Este atentado, reivindicado por los talibanes, es el primero de esta importancia desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que descartaba la retirada de las tropas en Afganistán y dejaba entrever el envío de más soldados.
"Un kamikaze hizo estallar un coche lleno de explosivos en un aparcamiento cerca de la sede principal de la policía en Lashkar Gah", capital de Helmand, informó a la AFP Omar Zhwak, portavoz del gobernador de esta provincia.
Esta fuente precisó que entre las víctimas figuraban mujeres y niños.
Según el director del hospital provincial, Mauladad Tabihdad, 38 heridos fueron hospitalizados, la mayoría de ellos niños.
Estos niños estaban estudiando en una mezquita cercana al lugar de la explosión, según el portavoz del gobernador.
Entre los fallecidos, hay dos mujeres y dos soldados.
El kamikaze hizo estallar el coche a las ocho de la mañana, cuando la gente esperaba delante de la sede de la policía.
El blanco del atentado eran los vehículos del ejército, estacionados en el aparcamiento, según un portavoz de la policía, Salam Afghan.
Durante años, Helmand ha sido el centro de las operaciones de las tropas internacionales desplegadas en Afganistán. Hoy es un bastión talibán que proporciona 80% de la adormidera (planta de la que se extrae el opio) del país.
En contexto
Unicef denuncia aumento del uso de niñas como bombas humanas en Nigeria
Ginebra, 22 ago (EFE).- Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la protección de la infancia, denunció el aumento en lo que va de año en el uso de niños, y en particular de niñas, como bombas humanas por parte del grupo yihadista Boko Haram.
Según los datos que maneja el organismo, desde el pasado 1 de enero 83 menores han sido utilizados en Nigeria con ese fin, de los que 55 eran niñas, en la mayoría de los casos menores de quince años.
El resto eran varones, incluyendo el caso de un bebé que fue amarrado a una de las niñas a las que se hizo detonar.
"Los niños han sido usados repetidamente de esta manera en los últimos años y en lo que va de 2017, el número de niños afectados es cuatro veces mayor que durante todo el año pasado", afirmó la portavoz de Unicef en Ginebra, Marixie Mercado.
El grupo terrorista Boko Haram se ha atribuido en numerosos casos la autoría de esas atrocidades.
"El uso de niños en tales ataques tiene un impacto todavía mayor porque crea sospecha y miedo de los niños que han sido liberados, rescatados o que han escapado de Boko Haram", explicó la portavoz.
La consecuencia es que esos niños son rechazados por las comunidades en las que intentan reanudar una vida normal.