FREETOWN, Sierra Leona (AP) — La capital de Sierra Leona se preparaba el jueves para iniciar los entierros masivos de cientos de víctimas de los grandes deslaves en la ciudad, ante la amenaza de nuevas lluvias.
La reina Isabel II de Inglaterra expresó su tristeza por el desastre, que ha matado a más de 300 personas. Se cree que aún hay unos 600 desaparecidos, mientras angustiados familiares y rescatistas seguían excavando en toneladas de lodo y escombros, en ocasiones con las manos desnudas.
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En un mensaje al presidente, Ernest Bai Koroma, la reina dijo que ella y su esposo, el príncipe Felipe, estaban “profundamente entristecidos”.
Los aludes de lodo e inundaciones ocurrieron el lunes por la mañana tras lluvias torrenciales, y muchas víctimas quedaron atrapadas en sus casas en zonas bajas y empobrecidas de Freetown y los asentamientos circundantes.
Un tercio de los muertos eran niños. Miles de personas perdieron sus hogares.
En la sobrepasada morgue del hospital de Connaught, muchos cuerpos estaban demasiado dañados o descompuestos para ser identificados. La oficina de Koroma ha dicho que todos los cuerpos sin identificar recibirán un “enterramiento digno” en los próximos días.
Sierra Leona ha pedido ayuda internacional, tras un desastre que golpeó apenas unos años después de un brote de ébola que mató a miles de personas en la región.
Se esperan lluvias al menos durante la semana que viene, lo que mantuvo el riesgo de nuevos deslaves en torno a la capital.