Miles de personas se mantienen consternadas en la República de Filipinas, uno de los países más católicos del mundo con más del 80 % de ciudadanos que profesan esa religión, tras la detención de un sacerdote acusado de pederastia.
El caso ocurrió en la ciudad de Marikina el 28 de julio, cuando oficiales de la Policía y personal del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo de Filipinas lo sorprendieron con una niña de 13 años en su vehículo.
El medio local PhilStar y la agencia de noticias RT dieron a conocer el caso y señalaron apoyados en declaraciones del director de la Policía, Romulo Sapitula, que el sacerdote católico identificado como Arnel Langrejo buscó mediante redes sociales a una proxeneta que le llevó a la menor de 13 años.
“Arnel Langrejo fue detenido cuando se dirigía con la niña a un motel”, aseveraron los medios.
El hombre era director del colegio universitario Cainta Catholic Collegue y párroco de la Parroquia San Juan Bautista y tras los hechos fue suspendido de todas sus funciones.
El sacerdote ya se encuentra en libertad tras pagar una fianza, pero ahora deberá enfrentar un proceso penal y otro con la Iglesia Católica, que inició dos investigaciones del caso y lo acusa de pederastia.
En contexto
En febrero pasado, miles de fieles católicos se congregaron en la capital de Filipinas en una masiva manifestación, una "demostración de fuerza" para denunciar los asesinatos extrajudiciales en la guerra contra las drogas del presidente Rodrigo Duterte.
Más de 6.000 personas han muerto desde que Duterte llegó al cargo hace siete meses y declaró una guerra sin precedentes contra el crimen que le ha valido duras críticas dentro y fuera del país por supuestos abusos de los derechos humanos, pese a lo cual sigue manteniendo su popularidad entre la población filipina.
Duterte, de 71 años, ha atacado a la Iglesia alegando que está "llena de mierda" y es "la institución más hipócrita" por pronunciarse contra una campaña que, según el mandatario, salvará a generaciones de filipinos de la amenaza de las drogas.