Estambul, 26 jul (EFE).- Una llamada de teléfono para pedir una pizza es uno de los motivos por los que un periodista está siendo juzgado en Turquía, acusado de "colaboración con una organización terrorista", denunció hoy el diario Cumhuriyet.
En la tercera sesión del juicio contra 17 periodistas, directivos y empleados de este diario liberal, uno de los más antiguos y prestigiosos de Turquía, los acusados volvieron a rechazar todos los vínculos con el terrorismo que les imputa la Fiscalía.
Güray Öz, columnista del diario en la función del defensor del lector, subrayó que la acusación contra él se fundamenta en una llamada telefónica realizada a una persona que estaba siendo investigada por supuestos vínculos con la cofradía de Fethullah Gülen, el predicador islamista exiliado al que Ankara achaca el fallido golpe de Estado del verano pasado.
"Esta persona a la que llamé era un repartidor de 'pide' (un tipo de pizza tradicional turca). ¿Cómo iba a saber yo que lo investigaba la Justicia? Y además ahora parece resultar que lo investigaban no por gülenista sino por un robo", dijo Öz, que lleva más de ocho meses en prisión preventiva, al igual que otros nueve acusados.
A estos se suma el famoso periodista de investigación Ahmet Sik, que lleva 208 días entre rejas esperando juicio, también acusado de vínculos con la cofradía islamista, así como con la guerrilla kurda izquierdista y grupúsculos ultramarxistas.
Aunque el fiscal pidió a Sik "no dar un seminario", la defensa del periodista se convirtió en una polémica con el juez sobre los límites de la libertad de prensa y en una dura acusación del periodista contra las medidas que el Gobierno turco tomó tras el fallido golpe del año pasado.
"Se impidió el golpe, pero la Junta está ahora en el poder. Todo lo que quiso hacer la cofradía de Gülen, lo ha hecho ahora el AKP", dijo Sik en referencia al partido gobernante de Justicia y Desarrollo, en el poder desde 2002.
"Estamos en prisión por nuestras dudas, por lo que hemos escrito", resumió el periodista, calificando el proceso de "operación política" y el escrito de acusación de "documento ilegal equivalente a basura".
El reportero ya había pasado un año entre rejas entre marzo de 2011 y marzo de 2012 por escribir un libro que denunciaba la infiltración de los seguidores de Gülen en la Administración, la Policía y Judicatura, entonces con pleno respaldo del AKP.
Solo a partir de otoño de 2013, el AKP y la cofradía rompieron su alianza en lo que se convirtió en una lucha de poder sin cuartel.
Bülent Utku, otro de los acusados, destacó hoy que el mismo fiscal que acusa ahora a los periodistas del Cumhuriyet de vínculos gülenistas había abierto juicio en 2013 contra una columnista del mismo diario, Mine Kirikkanat, por "insultar a Gülen".
Durante los próximos días continuarán las declaraciones de los 17 acusados, de los que 11 están en prisión preventiva y cinco en libertad condicional, mientras que al ex redactor jefe del diario, Can Dündar, exiliado en Alemania, se le juzga en ausencia.