Srinagar (India), 10 jul (EFE).- Al menos siete peregrinos murieron y otras 15 personas resultaron heridas en un ataque insurgente hoy contra un convoy de hindúes que regresaban de visitar la cueva-santuario de Amarnath, en la Cachemira india.
El ataque contra un autobús de peregrinos "sin protección" se produjo hacia las 20.25, hora local (14.55 GMT), en Khanabal, en el distrito de Anantnag, y causó seis muertos y 15 heridos, afirmó a Efe una fuente oficial, que pidió el anonimato.
Un portavoz de la Policía en Anantnag, que también solicitó a Efe no ser identificado, situó en 7 el número de muertos, todos ellos peregrinos, y concretó que entre los heridos hay al menos dos policías.
"El Ejército ha iniciado una persecución incansable para atrapar a los atacantes", reveló el portavoz policial.
Las reacciones de condena no se hicieron esperar desde el amplio espectro político indio, tanto del Gobierno del partido nacionalista hindú BJP, como desde la oposición y partidos regionales cachemires.
El primer ministro indio, Narendra Modi, "dolido más allá de las palabras", se apresuró en condenar de manera rotunda el "cruel ataque contra pacíficos peregrinos".
"La India nunca se detendrá ante ese tipo de cobardes ataques y signos malignos de odio", sentenció Modi.
El regional Partido Democrático Popular (PDP), que gobierna en Cachemira en coalición con el BJP, describió por su parte el tiroteo en el que murieron "muchos civiles", en un mensaje en su cuenta de Twitter, como un acto de "puro terrorismo" que debe ser "derrotado".
Este año, de acuerdo con las autoridades indias, se registraron unos 150.000 devotos hindúes para realizar la peregrinación a la cueva de Amarnath durante el período habilitado, que comenzó el 29 de junio y se prologa durante 40 días.
La cueva de Amarnath es un popular destino de los peregrinos porque según la tradición hindú, el dios Shiva reveló ahí el secreto de inmortalidad a su esposa Parvati, palabras que fueron escuchadas por dos huevos de paloma que se convirtieron también en inmortales.
La leyenda dio lugar a la creencia de que aquel que peregrina hasta la cueva, donde hay una columna de hielo que representa el falo de Shiva, obtendrá a su vez la "mokshya" o inmortalidad.
En 2001, en uno de los peores ataques contra estos peregrinos, al menos doce personas murieron y otras 17 resultaron heridas, entre ellas dos policías y cinco devotos.
El ataque de hoy se produjo después de que el Ejército indio matara a tres insurgentes en la Cachemira india cuando intentaban atravesar la Línea de Control (LoC, frontera de facto que separa la India y Pakistán en la región) mientras las tropas paquistaníes respaldaban supuestamente a los "intrusos" con "fuego de cobertura".
Pakistán y la India se han acusado mutuamente a lo largo de hoy y el fin de semana de la muerte de varios civiles y soldados en la LoC en medio de un incremento de las acusaciones que han coincido con el primer aniversario, el pasado sábado, de la muerte de un joven insurgente cachemir que provocó meses de protestas.
Cachemira es objeto de litigio entre Pakistán y la India desde la partición del subcontinente indio en 1947, tras el fin del dominio del Imperio Británico.
Las Naciones Unidas han dictado varias resoluciones para encontrar una solución al conflicto en una región que tanto Nueva Delhi como Islamabad reclaman en su totalidad y por la que han librado dos guerras y varios conflictos menores.