Naciones Unidas, 28 jun (EFE).- La ONU avisó hoy de que el riesgo de que grupos terroristas se hagan con armas de destrucción masiva está aumentando y pidió a la comunidad internacional más esfuerzos para evitarlo.
La responsable de asuntos de Desarme de la organización, Izumi Nakamitsu, dijo al Consejo de Seguridad que se están viendo "amenazas cada vez más complicadas" en este ámbito, sobre todo por el desarrollo de nuevas tecnologías, la globalización y la falta de coordinación internacional.
Nakamitsu fue la encargada de abrir un debate especial del Consejo dedicado a analizar este problema y que fue organizado por Bolivia, que este mes ocupa la presidencia de turno.
Según la ONU, la posibilidad de que grupos terroristas u otros actores no estatales se hagan con armas químicas, biológicas o nucleares sigue siendo "una amenaza significativa para la seguridad global".
Los riesgos han aumentado en los últimos años, según la ONU, por las cada vez mayores facilidades para que cualquiera acceda a través de internet a información que antes estaba sólo en manos de militares y científicos.
La globalización y el aumento del comercio internacional también han aumentado el peligro, que también se incrementa por los intercambios ilícitos que pueden hacerse a través de la red.
Nakamitsu destacó además que nuevas tecnologías como la impresión 3D o los drones plantean también una mayor amenaza de cara a la utilización de armas de destrucción masiva.
La responsable subrayó la necesidad de una mayor cooperación entre países y entre los poderes públicos y la industria para limitar el peligro.
Los miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en destacar el riesgo que plantea la posible obtención de armas de destrucción masiva por parte de grupos terroristas y recordaron que recientemente ha habido varios casos de uso de armamento químico por el Estado Islámico (EI) en Siria o Irak.
El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas ha prestado atención de manera regular a este asunto durante los últimos años y el pasado diciembre aprobó, a iniciativa de España, nuevas medidas para tratar de reducir los riesgos.