Kinshasa, 26 jun (EFE).- El fiscal general de la República Democrática del Congo anunció hoy el hallazgo de otras diez fosas comunes, que se suman a una cuarentena ya descubiertas durante la ola de violencia de la milicia Kamuina Nsapu que ha sembrado el terror entre la población desde el pasado agosto.
La decena de nuevas fosas comunes fueron descubiertas en la provincia de Kasai Central, informó el fiscal general, Flory Kabange, en una rueda de prensa, donde aseguró que la Justicia congoleña abrirá una investigación al respecto.
Hasta el momento se habían descubierto más de cuarenta fosas comunes que -según testimonios de supervivientes- los pobladores de las áreas atacadas eran obligados a excavar y enterrar a los muertos.
"Las investigaciones que se llevarán a cabo nos ayudarán a conocer un poco más sobre la naturaleza de la violencia y los enfrentamientos en esta provincia, así como sobre sus autores" dijo Kabange.
El procurador aseguró que los culpables serán condenados, tanto si pertenecen a la policía, que "responderán seriamente por sus acciones", así como si los responsables son milicianos, "a quienes la ley aplicará todo su rigor", resaltó.
Al menos 3.300 personas han muerto y más de 1,3 millones han huido de la región congolesa desde el pasado agosto debido a la violencia de la milicia.
Más de la mitad de los desplazados son niños que en ocasiones fueron separados de sus padres o reclutados por milicias.
Además, unos 475.000 congoleños han huido a países vecinos, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 30.000 de los cuales se refugian en la vecina Angola.
El pasado mayo, durante una escalada de la violencia en la región, 8.000 personas se vieron obligadas a desplazarse al día, según datos del Consejo de Refugiados Noruego, que trabaja en la zona.
Los civiles son las principales víctimas de las atrocidades, en particular los grupos étnicos luba y lulua.
Naciones Unidas denunció recientemente la existencia de una nueva milicia, bajo el nombre Bana Mura, creada y organizada por las autoridades congolesas para apoyar las acciones del Ejército en las tres provincias de la región de Kasai.
El pasado 23 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el envío urgente de un equipo de expertos independientes que investigue los crímenes cometidos en la región.
El conflicto adquirió notoriedad internacional cuando la milicia acabó con la vida de dos expertos extranjeros de la ONU, Zaida Catalán (de nacionalidad sueca y chilena) y Michael Sharp (estadounidense), hallados muertos el 28 de marzo en Kasai Central.
La ONU denunció el pasado abril la existencia de 40 fosas comunes en las que podrían haber sido enterrados combatientes de Kamuina Nsapu que luchan contra las fuerzas del Gobierno de Kinshasa.
El conflicto estalló el pasado agosto cuando el líder de la milicia Kamuina Nsapu, que lleva su nombre, fue abatido por el ejército y sus seguidores se alzaron contra el Gobierno para vengar su muerte.