Roma, (EFE).- La fuerte sequía y las inundaciones posteriores registradas recientemente en Sri Lanka han causado grandes pérdidas agrícolas que amenazan la seguridad alimentaria de unas 900.000 personas en el país, informó hoy la ONU.
Según una evaluación de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la sequía de 2016 y los primeros meses de 2017 llevó a la caída de la producción de cultivos básicos como el arroz, cuya producción este año se estima en 2,7 millones de toneladas, casi el 40 % menos en términos interanuales.
Las fuertes lluvias y las inundaciones del pasado mayo en el suroeste del país asiático han causado cientos de muertes, desplazamientos de la población y daños a las infraestructuras, y no han solucionado los problemas de escasez de agua en otras zonas.
La ONU calcula que 225.000 hogares (unas 900.000 personas) no tienen garantizada la alimentación, sobre todo aquellos que han perdido sus cultivos y se ven sin oportunidades de empleo.
Los ingresos se han reducido a la mitad para un tercio de la población afectada por la sequía y se espera que la situación se deteriore aún más si persisten las malas cosechas ante la falta de semillas y de agua para irrigación.
Las agencias llamaron a facilitar ese tipo de insumos para la próxima temporada, que va desde septiembre a diciembre, así como ayuda en forma de dinero en efectivo para que las familias más pobres puedan comprar alimentos.
Ante el aumento en general de los desastres naturales y su impacto en la agricultura, también recomendaron introducir medidas de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático como la promoción de variedades resistentes a la sequía y la diversificación de las actividades económicas.