Macedonia está lista para aceptar una histórica demanda de Grecia y cambiar su nombre para poder unirse a la OTAN, según ha afirmado el primer ministro macedonio Zoran Zaev.
El pasado miércoles, el jefe del Gobierno griego, Alexis Tsipras, felicitó por teléfono a Zaev por su toma de posesión de la semana pasada y confirmó la postura de Grecia en la disputa sobre el nombre de Macedonia.
Atenas pide a Skopje que su país utilice oficialmente su denominación provisional, Antigua República Yugoslava de Macedonia, la misma que usa en la ONU.
"Hay dos vías: o resolver el problema o nos adherimos a la OTAN bajo la denominación provisional y continuamos las negociaciones con Grecia sobre el problema que tienen con el nombre constitucional de nuestro país para conseguir nuestra adhesión a la Unión Europea (UE). Ellos saben claramente que nuestra aspiración a unirnos a la UE es igual de fuerte", señaló Zaev al canal MRT.
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El mandatario añadió que espera que la visita del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a Skopje en los próximos meses "abra la puerta a la membresía permanente de nuestro país" en el bloque militar transatlántico.
Macedonia se unió al llamado Plan de Acción de Membresía de la OTAN en 2009.
La disputa con Grecia sobre el nombre oficial de Macedonia estalló tras su separación de Yugoslavia en 1991. Atenas ha bloqueado la adhesión de Macedonia a la UE y a la OTAN insistiendo en que debe cambiar su nombre para impedir que sea confundido con la región homónima de Grecia.
Según las autoridades griegas, el nombre de Macedonia refleja la política irredentista de su vecino del norte y podría servir de pretexto para futuras reclamaciones territoriales de Skopje.
Hasta que se resuelva la disputa, Grecia insiste en que se use la referencia provisional de Antigua República Yugoslava de Macedonia.