Yuba, 6 jun (EFE).- Al menos 18 personas murieron por hambruna en los dos últimos días en el estado de Boma, ubicado en el este de Sudán del Sur, informó a Efe Ashon John, ministro de Información del país africano.
"Hay más de 122.000 personas que sufren de malnutrición aguda en tres zonas diferentes del estado de Boma, por eso las organizaciones humanitarias deben ofrecer ayuda alimentaria urgente a estos ciudadanos, que están en una situación muy peligrosa", afirmó John en una llamada telefónica.
El pasado marzo, seis trabajadores humanitarios de la ONU murieron en una emboscada llevada a cabo por atacantes desconocidos en Bibor, área cercana a la zona donde se produjeron las víctimas.
El incidente llevó a las diferentes ONG que operaban allí a suspender sus viajes y labores humanitarias por falta de seguridad.
Según un informe de la situación alimentaria en Sudán del Sur publicado conjuntamente por el Gobierno de este país, UNICEF y la organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 40 por ciento de los sursudaneses están amenazados por la hambruna y necesitan ayuda urgente.
El Gobierno del presidente sursudanés, Salva Kiir, culpa de la hambruna, que se declaró en marzo de este año, a los rebeldes a los que lleva tres años combatiendo, en un conflicto que ha deteriorado gravemente la producción agrícola y ganadera de la que depende la mayoría de la población.
Cuatro países situados entre África Central y Oriente Medio —Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen— se encuentran en riesgo de inanición a causa de los conflictos bélicos y la sequía. Dos partes de Sudán del Sur ya han sido declaradas oficialmente "bajo hambruna" por Naciones Unidas y otra región está a punto de alcanzar esta consideración.
Las catástrofes naturales y la inestabilidad política han desembocado en situaciones de vulnerabilidad e inseguridad alimentaria para gran parte de la población de estas regiones. Además, "las medidas para proteger a los grupos vulnerables de la población y mejorar los medios de vida han sido difíciles de aplicar o ineficaces", explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe.