KABUL (AP) — El ataque con camión bomba de la semana pasada en Kabul causó más de 150 muertos, dijo el martes el presidente de Afganistán. El aumento en el número de víctimas mortales convierte el ataque en el peor en 16 años, desde la invasión de Estados Unidos para derrocar a los talibanes.
Ashraf Ghani actualizó la cifra de fallecidos en una reunión del llamado Proceso de Kabul, que reúne a 23 naciones, además de a representantes de la Unión Europea, Naciones Unidas y la OTAN, para discutir asuntos políticos y de seguridad del país. Más de 300 personas resultaron heridas, agregó.
Las autoridades afganas dijeron que Pakistán estuvo implicado en el ataque, una acusación que Islamabad niega. Los dos países suelen acusarse mutuamente de ignorar a los insurgentes que operan a lo largo de su porosa frontera.
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Nadie se atribuyó la autoría del atentado. Los talibanes se han expandido de forma constante desde que las fuerzas estadounidenses y de la OTAN terminaron formalmente su misión de combate en el país a finales de 2014. En Afganistán opera además una filial del grupo Estado Islámico, que perpetró varios ataques de importancia.
Antes el martes, Ghani invitó de nuevo a los talibanes a las conversaciones de paz, señalando que es la “última oportunidad” para abandonar su insurgencia de 16 años y unirse al proceso político.
Los intentos previos de diálogo de paz fracasaron. Los talibanes se niegan a negociar con el gobierno hasta que todas las fuerzas extranjeras hayan abandonado suelo afgano, y siguen refiriéndose a sí mismos como el gobierno en el exilio, lo que molesta a las autoridades de Kabul.