Kabul, 3 jun (EFE).- El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, afirmó este sábado que el país se encuentra "bajo ataque" y llamó a la calma después de que varias explosiones causasen al menos cuatro muertos durante el funeral de un fallecido ayer en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en Kabul.
"El presidente Ashraf Gani condena el atroz atentado contra los dolientes que enterraban al muerto. El país está bajo ataque, debemos ser fuertes y (permanecer) unidos", indicó el Palacio Presidencial en su cuenta de Twitter.
El dirigente pidió a los afganos "unidad" para enfrentar los futuros desafíos, un mensaje que llega después de una semana negra en la capital afgana.
A primera hora de la tarde de este sábado se produjeron tres explosiones en cadena en el oeste de la ciudad, cerca de donde tenía lugar el funeral por una de las cinco víctimas mortales de ayer durante una protesta que pedía justicia para las víctimas de un atentado ocurrido el día anterior.
Al menos cuatro personas murieron y varias decenas resultaron heridas en el ataque contra el acto funerario, en el que participaban varias altos cargos, entre ellos el jefe del Gobierno afgano, Abdulá Abdulá, y el ministro de Exterioes, Salahuddin Rabbani, ninguno de los cuales sufrió heridas.
Este es el segundo ataque de envergadura ocurrido en la capital afgana desde el miércoles, cuando un coche bomba causó 90 muertos y 463 heridos a la entrada a la zona de alta seguridad.
El atentado de hace unos tres días, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo insurgente, es uno de los más sangrientos desde la invasión estadounidense en 2001 y ayer provocó protestas violentas que se saldaron con cinco muertos y diez heridos.