Israel se había negado a negociar, sin embargo, tras 40 días de ayuno los palestinos consiguieron el reconocimiento de sus derechos.
Los presos palestinos en las cárceles israelíes terminaron su huelga tras 40 días de no ingerir alimentos, luego que lograran establecer un acuerdo con las autoridades israelíes para que cumplieran sus demandas.
Diversas fuentes, entre ellas el Servicio de Prisiones de Israel, confirmaron la noticia del acuerdo entre las autoridades judías y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), junto a la Cruz Roja, que también veló por los derechos de los reos.
A pesar de que el Ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, afirmó que no habría negociaciones con los presos y que no se atenderían sus demandas, la huelga consiguió que sí hubiera negociaciones.
El pacto prevé que los presos puedan recibir dos visitas al mes. Esta era una de las principales reivindicaciones de los huelguistas, que antes de la protesta solo podían tener una visita mensual.
El ministro palestino de Asuntos de los Prisioneros, Isa Qaraqe, destacó el "éxito" de los palestinos en la meta de asegurar sus derechos tras "largas y difíciles negociaciones".
Qarage indicó que todas las demandas palestinas fueron aceptadas por Israel, entre ellos el fin de la detención individual y la garantía de atención médica.
Los presos que participaban en la huelga, que empezó hace un mes, fueron 1.578 en total, muchos de ellos vinculados al movimiento político Al Fatá, encabezado por el presidente de la ANP, Mahmud Abás.
Según el servicio de prisiones, 834 reclusos siguieron la huelga durante todo el mes hasta anoche. De ellos, 18 tuvieron que ser hospitalizados.
La huelga de hambre concluyó justo con el inicio del Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, que empezó a la puesta del sol este viernes.