El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el doble atentado contra una terminal de autobús de Yakarta, que dejó tres policías muertos, el último de una serie de ataques ocurridos en Indonesia.
En la noche del jueves la agencia Amaq informó que el "ataque" contra la policía indonesia en la ciudad de Yakarta fue realizado por uno de los "combatientes del Estado Islámico", según un comunicado citado por la consultora SITE Intelligence Group.
Los expertos consideran que es creíble la tesis de que combatientes de Jamaah Ansharut Daulah (JAD), un grupo que juró lealtad al grupo EI, hayan perpetrado el ataque.
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En el doble atentado ocurrido el miércoles murieron tres policías, además de los dos autores. También resultaron heridos cinco policías y cinco civiles.
El jueves las autoridades indonesias habían anunciado que barajaban la hipótesis de que hubiera vínculos entre los autores y el EI.
Indonesia se vio sacudida por los atentados de Bali en 2002 que causaron 202 muertos, de los cuales numerosos extranjeros. Las autoridades lanzaron acto seguido una gran ofensiva contra los extremistas islamistas, y debilitó los grupos más peligrosos, según los expertos.
Pero el grupo Estado Islámico (EI) ha conseguido en los últimos tiempos removilizar a los radicales. En enero de 2016, una serie de atentados suicidas costaron la vida a cuatro civiles.
Exprimer ministro griego sobrevive a un atentado con bomba
El ex primer ministro griego Lukás Papadimos sobrevivió hoy a un atentado con una carta bomba que explotó al ser abierta cuando circulaba por el centro de Atenas en su automóvil blindado, en lo que supone la primera acción de este tipo contra un jefe de Gobierno en Grecia desde 1920.
Las fuerzas de seguridad de momento relacionan el modus operandi con el del grupo anarquista "Conspiración de los Núcleos del Fuego", que en marzo envió una decena de cartas bomba a destinatarios en Grecia y en el extranjero.
Entre ellas se encontraba la que dejó un herido en las oficinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en París.
No obstante la mayor parte de ellas fueron interceptadas por las autoridades griegas, aunque se puso en entredicho la calidad de los controles de seguridad postales en el país.
